Es un río diferente, sus aguas rojas te atrapan y es difícil dejar de contemplarlo. No es muy caudaloso, pero tiene una belleza sin igual. Parece uno de esos ríos que dibujan los niños, con colores imposibles.
No sólo el río es irrepetible,
tampoco se repiten
la lluvia, el fuego, el viento,
las dunas, el crepúsculo.
No sólo el río,
sugirió el fulano,
por lo tanto
nadie puede,
mengana,
contemplarse dos veces
en tus ojos
Mario Benedetti
Neskatilla
|