*Vestirse de amarillo*
Entre los artistas, existe la creencia que portar prendas amarillas
en el teatro puede traer mala suerte y su origen apunta a Molière,
el mítico dramaturgo, actor y director francés del siglo XVII.
En su última obra Molière protagonizó el papel principal de enfermo,
coincidiendo este hecho con que él mismo estuviera enfermo de tuberculosis.
El 17 de Febrero de 1673, durante la cuarta representación de la obra,
Moliére tuvo un grave ataque de tos que le produjo la rotura de una vena,
mientras la sangre tiñó de rojo el traje amarillo que vestía.
Después de perder el conocimiento, murió a las pocas horas en su cama,
y no en el escenario como se suele afirmar. Desde entonces, vestir de amarillo
se relacionó con tan funesto accidente y dio origen a una de las
supersticiones más corrientes del mundo de los escenarios.
Otra leyenda corresponde a Julián Gayarre, un tenor español que murió a raíz
de un desvanecimiento en el escenario vistiendo una casaca amarilla
durante la representación de “Los pescadores de perlas”.
Al cantar una nota aguda, se le quebró la voz y se desmayó.
Le diagnosticaron cáncer de laringe, lo que lo hundió en una profunda depresión.
Murió en Enero de 1890 con tan sólo 46 años.
|