La princesa Isabel acababa de cumplir 18 años, y como en todos sus cumpleaños, Isabel volvió a pedir el deseo de todos los años, justo antes de soplar las velas de la gran tarta de cumpleaños, que sus padres, los reyes, le habían regalado.
¿Sabes cuál era ese deseo que la princesa pedía año tras año?… Nadie en el reino, conocía el deseo que la princesa Isabel pedía cada año. Pero sin embargo, en un lugar muy lejano al reino de la princesa, se encontraba una bruja malvada que sí conocía el deseo de la joven princesita…
La bruja sabía cual era ese deseo, porque había sido ella quién le dio a la princesa una pócima con tan solo 3 años, pues tenía envidia de la gran belleza que ya tenía la princesa por aquel entonces, pues no podía soportar que fuera más guapa que ella.
Desde ese día, en el que la princesa Isabel, tomó la pócima de la bruja, el mismo día de su cumpleaños le crecía una verruga en la cara… Pero el día de su 18 cumpleaños, antes de soplar las velas la princesa pensó su deseo: “Por favor, quiero que se me quiten todas las verrugas de la cara“, y después sopló.
Como todos los años, el deseo de la princesa no se había cumplido, así que triste y cansada de que su deseo no se hubiese cumplido, decidió irse a dormir. Pero al día siguiente, algo inesperado ocurrió. Cuando la princesa Isabel se levantó y se miró al espejo, no podía creer lo que estaba viendo, así que se lavó la cara con agua fría, para ver si era una alucinación lo que había visto, pero no, era muy real.
La princesa Isabel se había levantado sin ninguna verruga en la cara, entonces gritó: “¡¡ Se ha cumplido mi deseo!!” y feliz y muy muy contenta, salió corriendo para decírselo a todo el mundo del reino.
Al otro lado del reino, se encontraba la malvada bruja pegándose cabezazos contra la pared, pues se equivocó en la fórmula de la pócima. La bruja no podía creerlo, ahora la princesa sería para siempre más guapa que ella.
FIN