Estas claves son:
1.- aceptar el miedo,
2.- soltar la pretensión de perfección,
3.- apostarle a tu bienestar,
4.-visualizar el éxito y...
5.- moverte para convencerte de
que no morirás en el intento.
1.- ACEPTA EL MIEDO
El miedo es una reacción natural. Es parte de nuestras emociones básicas.
Y como cualquier emoción, tiene un mensaje: ¡prepárate y muévete!
Muchos no escuchan el mensaje y pretenden negar sus miedos. Otros lo
sienten pero no lo escuchan, malinterpretando el significado del miedo al
creer que te está gritando:
¡No hagas nada! ¡No sirves para esto! ¡Detente!.
No pretendas no tener miedo.
No esperes que el miedo desaparezca antes de avanzar”
como veremos más adelante, la cosa es al revés.
Lo que hace al valiente no es la ausencia del miedo, sino su capacidad para atreverse.
Por definición, el atreverte a algo supone que vences un temor o una percepción de riesgo.
Déjate sentir el miedo, ya que si lo resistes le estarás dando más fuerza y poder sobre ti.
NO le tengas miedo al miedo.
Interprétalo como una señal para estar alerta,
prepararte y seguir avanzando de forma consciente y deliberada.
2.- SUELTA LA PRETENSIÓN DE PERFECCIÓN
El éxito no es la ausencia del fracaso, sino la capacidad para volverte a
levantar un poco más sabio y con la determinación de perseverar.
3.- BUSCA LA EXCELENCIA. NO LA PERFECCIÓN.
Atrévete a no hacerlo perfecto. Porque el que llega lejos no es quien hace
su trayecto con impecabilidad inmaculada y perfección idílica, sino quien
se atreve a dar un simple paso tras otro. A veces dubitativo. En ocasiones
fallando. En momentos cayendo y en otros levantándose.
Pero siempre adelante,poniendo la acción antes que la perfección.
No temas fallar. El fracaso es una fuente de sabiduría y fortalecimiento,
indispensable para el éxito. No lo evites. Suelta tu pretensión de perfección.
Y muévete.
4.- APUÉSTALE A TU BIENESTAR
El miedo es una apuesta mental al peor escenario.
Y pasa a ser una profecía que busca cumplirse.
Pero no es más que una manera de pensar ante tus desafíos
que puedes cambiar por otras más productivas y eficaces.
Imagina que estás a punto de entrar a jugar un juego
(futbol, béisbol, tennis, golf, cualquiera que sea tu favorito sirve para ilustrar la idea).
¿Qué sucede si entras a jugar el juego con un pensamiento perdedor?
5.- VISUALIZA TU ÉXITO
Preocupación. Temor. Miedo. Pánico. Diferentes niveles de un mismo proceso
psico-emocional que se alimenta de las imágenes que proyectas en tu pantalla mental.
Entonces ¿qué estás haciendo con tus películas mentales? ¿Acaso estás
pasando por centésima vez la película indeseable que presagia tu fracaso y
fortalece tu miedo?
El cobarde visualiza su fracaso y con éstas imágenes debilita su capacidad de avance.
El valiente, por el contrario y aun experimentando el miedo,
deliberadamente comienza a construir imágenes de éxito que fortalecen su auto-confianza.
El miedo, así como el entusiasmo, se nutre de tus imágenes mentales.
Si te encuentras paralizado por tus emociones, toma conciencia de tu película mental.
Edítala si es necesario.
O mejor todavía, cámbiala del todo.
El mejor antídoto del miedo es la acción.
|