Ir andando por la calle... Detenerte en un semáforo que acaba de cambiar. Que los coches que estaban parados esperando,
empiecen a pasar por delante de ti. Cruzar la mirada con un desconocido que va en el asiento del copiloto. Que las miradas se sostengan una décima de segundo. Que una ceja se levante y aparezca una leve sonrisa en señal de saludo... Y de pronto, y sin saber cómo ni por qué, que salte una inesperada chispa...
No, nunca me había pasado antes. Nunca... Hasta hoy. :)
Vale. Tranquila la afición. Antes de que me digáis nada, os aclaro:
La chispa no ha sido un flechazo. No, nada de eso.
Más que ná porque no creo en ellos y yo sé que necesito mucho más para caer.
Lo he comentado por aqui últimamente.
Digamos que ha sido algo así como que nos hemos llamado la atención
el muchacho y yo.
Eso sí, eso se permite y es hasta saludable...
Que sí, de verdad, que lo es. Si lo sabré yo ahora... :)
Neskatilla
|