Que fácil es ser fiel cuando se ama
Hoy más que nunca la Fidelidad se pone a prueba. Cada día vemos más gente atractiva, mostrando sus atributos. Hombres cuidando sus cuerpos, su vestuario y su aroma. Mujeres que muestran sus cuerpos mas trabajados que los cuerpos de nuestras abuelitas. Y sobre todo una gran cantidad de personas con carencias afectivas que buscan a otra persona que llene esos huecos.
Además, no es fácil ser fiel cuando todos los medios nos bombardean con imágenes, estereotipos y sugerencias que hacen que volteemos a ver lo que tenemos en casa y se nos escape un suspiro de resignación.
¡Ah porque eso sí!…. hay de fidelidad a fidelidad. Una cosa es soñarme en brazos de un apuesto galán y otra muy distinta que cuando alguien abra los abrazos yo me acomode, sin pensar ni tantito en las consecuencias. Por eso es buena idea analizar qué es realmente La Infidelidad.
La Real Academia de la Lengua dice que Infidelidad significa: falta de firmeza y constancia en los afectos y obligaciones. Aunque siempre la relacionamos con otra definición que dice así: Engaño que consiste en tener relaciones sexuales con una persona distinta de la pareja habitual.
Sin embargo lo que realmente daña, lacera y lastima de muerte una relación son los sinónimos que existen de esa palabrita: vileza, indignidad, deslealtad, traición, adulterio, alevosía, villanía, falsedad.
Yo soy defensora de la libertad y creo que todos responsablemente deberíamos vivir esa libertad con intensidad. Sin embargo, cuando te unes a alguien más, tú mismo estas decidiendo limitar esa libertad y comprometiéndote con esa otra persona; y quiero pensar que cuando decidimos comprometernos es porque AMAMOS a esa persona y por él o por ella seríamos capaces de sacrificar parte de esa maravillosa libertad.
Ahora veamos que es AMAR, aunque ningún diccionario expresa totalmente este significado lo que yo entiendo es lo siguiente:
“AMAR es un sentimiento vivo que nace de lo más puro de nuestro Ser y se expresa a través de nuestras palabras, pensamientos y actos dirigidos hacia otro Ser”
Cuando amas a alguien de verdad no tienes ojos ni mente para nadie que no sea esa persona. Toda tu energía esta puesta en el o ella. Y si ese amor es verdadero, no entenderá de egos, luchas de poder, o de quererlo controlar. Este sentimiento es tan noble que jamás permitiría que una sola palabra, pensamiento o acto lastimaran al ser amado. Cuando amas a alguien no puedes siquiera imaginar que ese ser sufra o llore por tu causa. Cuando en consciencia hacemos algo que lastime el amor propio, la dignidad y la alegría de los que amamos, estamos siendo totalmente INFIELES y DESLEALES. Quizá lo importante es preguntarte ¿Qué tanto Le amas? y ¿Qué tanto Te amas? para no adulterar también ese Amor sublime que vive en ti.
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No hay infiel que sea feliz, que viva en paz y que no cargue con culpas. No hay infiel que no deje un rastro de dolor en su camino. No hay infiel que puede levantar la cara y mirar a los ojos a quienes lastimó a menos que sea un perfecto cínico. Cuando el amor deja de existir en nuestro corazón, la acción más noble es ser honesto y enfrentar la realidad. Seguramente habrá una herida que con el tiempo se sanará pero no será una herida de muerte que difícilmente te permite vivir.