Hace apenas un año desde que te marchaste de nuestro lado y aún recordamos aquel día como si fuera hoy mismo. Recibimos una llamada inesperada para todos los que te estábamos esperando en la plaza: Chicos, tengo una mala noticia... Se hizo un silencio que jamás olvidaré... ¿Qué pasa? Todos nos quedamos asustados, con cara de terror por lo que pudieras decirnos; por el teléfono sólo se oían llantos de fondo...
Mi hijo ha fallecido de madrugada... Cuando nos dijo la noticia, esa horrible noticia, sólo supimos llorar... No sabíamos que decir, si tomarlo como una broma de muy mal gusto o pensar que lo hacía para que miráramos hacía atrás y le viéramos, pero nunca llegó ese momento. Nada ni nadie podía consolarnos.
Todavía lo recordamos muy bien, creo que nunca vamos a olvidar ese julio del 2008. Desde entonces nada es lo mismo para ninguno de nosotros, unos lo llevan mejor, otros lo llevan peor y otros, simplemente, no lo llevan. Te echamos mucho de menos, muchísimo, y se nota tantísimo que no estás, nos falta tu sonrisa para seguir adelante, tus consejos, tus abrazos... Nos faltas tú.
Deciros que la perdida de un ser querido es lo peor que te puede pasar en esta vida pero tenéis que seguir adelante y luchar por esa persona que seguro, esté donde esté, intentará ayudaros siempre e intentará veros sonreír como sea. No os lo guardéis todo para nosotros.