El Evangelio del Miércoles Santo continúa con
la traición de Judas Iscariote en este caso
en relato de San Mateo:
En aquel tiempo, uno de los Doce, llamado
Judas Iscariote, fue a los sumos sacerdotes y
les propuso:
-«¿Qué estáis dispuestos a darme, si os lo
entrego?»
Ellos se ajustaron con él en treinta monedas.
Y desde entonces andaba buscando ocasión propicia
para entregarlo. El primer día de los Ázimos se
acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron:
-«¿Dónde quieres que te preparemos la cena de Pascua?»
Él contestó:
-«ld a la ciudad, a casa de Fulano, y decidle:
"El Maestro dice: Mi momento está cerca; deseo
celebrar la Pascua en tu casa con mis discípulos"».
Los discípulos cumplieron las instrucciones de Jesús
y prepararon la Pascua. Al atardecer se puso a
la mesa con los Doce. Mientras comían dijo:
-«Os aseguro que uno de vosotros me va a entregar.»
Ellos, consternados, se pusieron a preguntarle uno
tras otro:
-«¿Soy yo acaso, Señor?»
Él respondió:
-«El que ha mojado en la misma fuente que yo,
ése me va a entregar. El Hijo del hombre se va,
como está escrito de él; pero, ¡ay del que va
a entregar al Hijo del hombre!; más le valdría
no haber nacido».
Entonces preguntó Judas, el que lo iba a
entregar:
-«¿Soy yo acaso, Maestro?»
Él respondió:
-«Tú lo has dicho».
Mateo 26, 14-25