La decepción es uno de los sentimientos más devastadores que nos puede invadir. En menor o mayor medida, todos nos hemos sentido decepcionados en algún momento. Con amig@s, con trabajos, con situaciones, con amantes... y siempre sucede por el mismo denominador común: las expectativas. Es inevitable esperar mucho de todo aquello que en un momento determinado nos llena, nos gusta, nos apasiona; pero la cruda realidad casi siempre acaba superando al más dulce de los sueños. La decepción nace cuando se unen dos emociones primarias, la sorpresa y la pena, convirtiéndose en una fuente de estrés psicológico.
(extraído de Psicología para todos)
Neskatilla
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