PROHIBIDO QUEJARSE
Pensaba que mi vida no iba bien. Sentía que algo siempre
me faltaba. Entonces hablé con Dios. - Me quejé de lo que me salió mal en el trabajo, pero no
agradecí las manos que tengo para trabajar. - Me quejé de tener que soportar el ruido de mis hermanos,
pero no agradecí por tener una familia. - Me quejé cuando no tenía lo que más me gustaba para comer,
pero olvidé agradecer el hecho de tener qué comer. - Me quejé por mi salario, cuando miles ni siquiera
tienen uno por estar parados. - Me quejé porque no apagaban la luz de mi cuarto al salir, pero
no pensé en que muchos no tienen hogar donde tener
alguna luz encendida. - Me quejé por no poder dormir un poquito más, olvidando a
quienes darían todo por tener su cuerpo sano para
poder levantarse. - Me quejé porque mi madre me reprendía, cuando millones
desearían tenerla viva para poder honrarla y abrazarla. - Me quejé porque no tenía tiempo, cuando me solicitaron dar
una charla sobre Jesús, olvidando el privilegio que es poder
hablar a otros de su infinito amor.
Dios me iluminó en esa conversación y entonces comprendí
mi egoísmo y lo ingrato que he sido con Él. Fue cuando entonces
comencé a agradecerle todas las cosas que había olvidado,
y aún más de aquéllas por las que tanto me quejaba. Recuerda este proverbio: "Pobre del que, al final del día, no
sepa qué agradecer ni a Quien". ¡Que Dios bendiga tu día! Y ya sabes... ¡CADA DIA
DEMOS GRACIAS A DIOS POR PERMITIRNOS VER
EL NUEVO DIA , Y AL LLEGAR EL FINAL DE ESTE,
DEMOS GRACIAS POR TODO CUANTO NOS BRINDO Y....
!NO RENIEGUES SI????
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