Cuidar la vida de gracia.
2013-07-27
Del santo Evangelio según san Mateo 13, 24-30
En aquel tiempo, Jesús propuso esta otra parábola a la muchedumbre: «El Reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero mientras los trabajadores dormían, llegó un enemigo del dueño, sembró cizaña entre el trigo y se marchó. Cuando crecieron las plantas y se empezaba a formar la espiga, apareció también la cizaña.
Entonces los trabajadores fueron a decirle al amo: “Señor, ¿qué no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, salió esta cizaña?” El amo les respondió: “De seguro lo hizo un enemigo mío”. Ellos le dijeron: “¿Quieres que vayamos a arrancarla?” Pero él les contestó: “No. No sea que al arrancar la cizaña, arranquen también el trigo. Dejen que crezcan juntos hasta el tiempo de la cosecha y, cuando llegue la cosecha, diré a los segadores: Arranquen primero la cizaña y átenla en gavillas para quemarla; y luego almacenen el trigo en mi granero”».
Palabra del Señor.
Oración introductoria
Señor, Tú sabes que en mi vida hay mezcla de cizaña y buen trigo. Concédeme en esta oración purificar mi corazón y mi voluntad para que pueda ir controlando mis defectos y debilidades y así, progresivamente, con la ayuda de tu gracia, pueda llegar a ser un cristiano auténtico y un verdadero apóstol de tu Reino.
Petición
Señor, vence con tu gracia mi malicia y dame la oportunidad de amarte más cada día.
Meditación
Cuidar la vida de gracia.
«El Reino de los cielos. El “cielo” no debe ser entendido sólo en el sentido de esa altura que está encima de nosotros, pues ese espacio infinito posee también la forma de la interioridad del hombre. Jesús compara el Reino de los cielos con un campo de trigo para darnos a entender que dentro de nosotros se ha sembrado algo pequeño y escondido, que sin embargo tiene una fuerza vital que no puede suprimirse. A pesar de los obstáculos, la semilla se desarrollará y el fruto madurará. Este fruto será bueno sólo si se cultiva el terreno de la vida según la voluntad divina. Por eso, en la parábola de la cizaña, Jesús advierte que, después de la siembra del dueño, “mientras todos dormían”, aparece “su enemigo”, que siembra la cizaña. Esto significa que tenemos que estar preparados para custodiar la gracia recibida desde el día del bautismo, alimentando la fe en el Señor, que impide que el mal eche raíces"» (Benedicto XVI, 17 de julio de 2011).
Reflexión apostólica
«La dirección espiritual es una búsqueda en la fe de la voluntad de Dios y de sus implicaciones concretas para la propia vida. Esta búsqueda se realiza en un marco de libertad, confianza y respeto, de oración y escucha al Espíritu Santo, con la ayuda de un sacerdote o laico capacitado y experimentado en los caminos de la vida espiritual» (Manual del miembro del Movimiento Regnum Christi, n. 398).
Diálogo con Cristo
Es mejor si este diálogo se hace espontáneamente, de corazón a Corazón.
Jesús, haz que sea capaz de vivir de acuerdo a mis convicciones. Que sepa entregarme a mi misión desde lo más profundo de mi interior; abrirme y ofrecerme a Ti con todo lo que soy, que no haya nada en mí que no te pertenezca. Quiero que la semilla de tu Reino crezca vigorosamente en mí para vivir mi fe con autenticidad, con un espíritu nuevo.
Propósito
Revisar mi plan de vida, preferentemente en una dirección espiritual, para evaluar si los medios que me he propuesto me están realmente ayudando a crecer espiritualmente.
«Debes centrar tus esfuerzos en un punto específico de trabajo. Si intentas concentrarte en varias virtudes o defectos, no lograrás ningún progreso concreto y tan sólo te pondrás nervioso y caerás en el desánimo»