Es larga la tarde
y el amor redondo como el gatillo de una pistola
me rodea de frente, de lado, de perfil.
El sueño pesa sobre mis hombros
y me acerca de nuevo a vos,
al huequito de tú brazo,
a tú respiración,
a una continuación infinita de la batalla
de sábanas y almohadas que empezamos
y que pone risa
y energía
a nuestro cansancio.
Gioconda Belli