Comunicar la verdad, la bondad y la belleza.
2013-09-18 Del santo Evangelio según san Lucas 7, 31-35
En aquel tiempo, Jesús dijo: «¿Con quién compararé a los hombres de esta generación? ¿A quién se parecen? Se parecen a esos niños que se sientan a jugar en la plaza y se gritan los unos a los otros: “Tocamos la flauta y no han bailado, cantamos canciones tristes y no han llorado”.
Porque vino Juan el Bautista, que ni comía pan ni bebía vino, y ustedes dijeron: “Ése está endemoniado”. Y viene el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: “Este hombre es un glotón y un bebedor, amigo de publicanos y pecadores”. Pero sólo aquellos que tienen la sabiduría de Dios, son quienes lo reconocen».
Oración introductoria
Señor, quiero reconocerte en esta oración. Sin tu presencia mi vida es oscura y llena de confusión. Contigo todo es luz, paz y alegría, por eso te suplico me des la sabiduría para saber guardar silencio de mis preocupaciones y, así, abrir mi mente y mi corazón a lo que hoy me quieres decir.
Petición
Señor, ayúdame a tener un encuentro personal y decisivo contigo en esta oración, que cambie todo mi día.
Meditación
Comunicar la verdad, la bondad y la belleza.
«Una invitación a tratar de conocer cada vez mejor la verdadera naturaleza de la Iglesia, y también su caminar por el mundo, con sus virtudes y sus pecados, y conocer las motivaciones espirituales que la guían, y que son las más auténticas para comprenderla. Tened la seguridad de que la Iglesia, por su parte, dedica una gran atención a vuestro precioso cometido; tenéis la capacidad de recoger y expresar las expectativas y exigencias de nuestro tiempo, de ofrecer los elementos para una lectura de la realidad. Vuestro trabajo requiere estudio, sensibilidad y experiencia, como en tantas otras profesiones, pero implica una atención especial respecto a la verdad, la bondad y la belleza; y esto nos hace particularmente cercanos, porque la Iglesia existe precisamente para comunicar esto: la Verdad, la Bondad y la Belleza “en persona”. Debería quedar muy claro que todos estamos llamados, no a mostrarnos a nosotros mismos, sino a comunicar esta tríada existencial que conforman la verdad, la bondad y la belleza» (S.S. Francisco, 16 de marzo de 2013).
Diálogo con Cristo
Dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón
Propósito
Voy a reparar un acto pasado de «escándalo» (arrebato de ira, lenguaje soez, un chisme o calumnia, etc.) dedicando un tiempo de calidad a esa persona difícil, llena de amargura.
«La verdadera conquista nace del desbordamiento interior de un amor que no cabe en el corazón y necesita comunicarse a otros»