Seguir siempre a Jesús.
2014-01-28
Oración preparatoria
Señor, creo en Ti, espero en Ti y te amo. Tu voluntad debe ser mi norma suprema, por encima del ambiente, de mis caprichos… Permite que esta oración sea el medio para ser coherente con mis convicciones y nunca más traicione tu amor.
Petición (gracia/fruto que se busca)
Señor, dame la gracia de convencerme de que no hay vida más fecunda y hermosa que la que se gasta cumpliendo tu voluntad santísima.
Texto base para entablar el diálogo con Dios
Del santo Evangelio según san Marcos 3, 31-35
En aquel tiempo, llegaron a donde estaba Jesús, su madre y sus parientes; se quedaron fuera y lo mandaron llamar. En torno a él estaba sentada una multitud, cuando le dijeron: «Ahí fuera están tu madre y tus hermanos, que te buscan».
Él les respondió: «¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?». Luego, mirando a los que estaban sentados a su alrededor, dijo: «Estos son mi madre y mis hermanos. Porque el que cumple la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre».
Palabra del Señor.
Meditación (profundización propuesta, si bien se sugiere sea algo personal)
Seguir siempre a Jesús.
«La verdadera fuerza del cristiano es la fuerza de la verdad y del amor, que comporta renunciar a toda violencia. ¡Fe y violencia son incompatibles! ¡Fe y violencia son incompatibles! En cambio, fe y fortaleza van juntas. El cristiano no es violento, pero es fuerte. ¿Con qué fortaleza? La de la mansedumbre, la fuerza de la mansedumbre, la fuerza del amor.
Queridos amigos, también entre los parientes de Jesús hubo algunos que a un cierto punto no compartieron su modo de vivir y de predicar, nos lo dice el Evangelio. Pero su Madre lo siguió siempre fielmente, manteniendo fija la mirada de su corazón en Jesús, el Hijo del Altísimo, y en su misterio. Y al final, gracias a la fe de María, los familiares de Jesús entraron a formar parte de la primera comunidad cristiana.
Pidamos a María que nos ayude también a nosotros a mantener la mirada bien fija en Jesús y a seguirle siempre, incluso cuando cuesta» (S.S. Francisco, 18 de agosto de 2013).
Diálogo con Cristo
Dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, a partir de lo que haya llegado al propio interior, de lo que te haya dicho Dios.
Propósito (es mejor que surja del diálogo íntimo que se ha tenido con Cristo)
Rezar un rosario pidiendo a María santísima su intercesión para ser siempre fiel a la voluntad de Dios.
«La Santísima Virgen es el modelo más acabado de amor a Jesucristo, de dedicación a su servicio, de colaboración con su obra redentora»