La tentación del bienestar espiritual.
2014-03-06
Oración preparatoria
Señor Jesús, ayúdame a orar. Necesito de tu gracia para dejar a un lado las distracciones, el ruido y mis preocupaciones para poder escuchar lo que hoy me quieres decir. Y, si no logro «sentirte», voy a confiar en que Tú estás aquí y, al experimentar tu cercanía podré aceptar, con alegría y confianza, la cruz de este día.
Petición (gracia/fruto que se busca)
Señor, te pido la gracia de saber orar, convencido de que es el medio que me has concedido para amarte y santificarme.
Texto base para entablar el diálogo con Dios
Del santo Evangelio según san Lucas 9, 22-25
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Es necesario que el Hijo del hombre sufra mucho, que sea rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, que sea entregado a la muerte y que resucite al tercer día».
Luego, dirigiéndose a la multitud, les dijo: «Si alguno quiere acompañarme, que no se busque a sí mismo, que tome su cruz cada día y me siga.
Pues el que quiera conservar para sí mismo su vida, la perderá; pero el que la pierda por mi causa, ése la encontrará. En efecto, ¿de qué le sirve al hombre ganar todo el mundo, si se pierde a sí mismo o se destruye?».
Palabra del Señor.
Meditación (profundización propuesta, si bien se sugiere sea algo personal)
La tentación del bienestar espiritual.
«Tenemos todo: tenemos la Iglesia, tenemos a Jesucristo, los sacramentos, a la Virgen, todo, un buen trabajo para el Reino de Dios. Pero no basta el bienestar espiritual sino hasta un cierto punto. Como aquel joven que era rico: quería ir con Jesús, pero hasta un cierto punto. Falta esta última unción del cristiano, para ser cristiano de verdad: la unión de la cruz, la unción de la humillación. ¿Soy un cristiano de cultura y de bienestar? ¿Soy un cristiano que acompaña al Señor hasta la cruz? El signo es la capacidad de llevar la humillación. La verificación si un cristiano es un verdadero cristiano es su capacidad de llevar con alegría y con paciencia las humillaciones; y como esto es algo que a nadie le gusta... hay muchos cristianos que, mirando al Señor, piden humillaciones para parecerse a Él. Esta es la elección: o cristianos de bienestar - que irán al Cielo ¿eh?, seguro te salvarás ¿eh? - o cristiano cerca de Jesús, por el camino de Jesús» (S.S. Francisco, 27 de septiembre de 2013, homilía en misa matutina en la capilla de Santa Marta).
Diálogo con Cristo
Dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, a partir de lo que haya llegado al propio interior, de lo que te haya dicho Dios.
Propósito (es mejor que surja del diálogo íntimo que se ha tenido con Cristo)
Participar en una hora eucarística para acompañar a Cristo y suplicarle, humildemente, la sabiduría para vivir confiada y alegremente la cruz que disponga en mi vida.
«Procura tener una gran delicadeza de amor en tus relaciones con Jesucristo, siendo hombre de oración, de Sagrario, amante de la cruz y del sacrificio, enemigo del disimulo y la condescendencia con tus pasiones, principalmente la soberbia y sensualidad»