Vivir la ley de amor.
2014-04-28
Oración preparatoria
Señor, Tú me pides que deje todo en tus manos y me abandone a tu Providencia. Vengo a dejarte todas mis penas, todas mis miserias y dolores. Quiero, con la ayuda de tu gracia, nacer de nuevo, convertirme en un verdadero hijo tuyo y apóstol de tu Reino.
Petición (gracia/fruto que se busca)
Jesús, dame la gracia de sacar de la fuente de tu Corazón toda la ayuda que necesito para tener un espíritu contemplativo y evangelizador.
Texto base para entablar el diálogo con Dios
Del santo Evangelio según san Juan 3, 1-8
Había un fariseo llamado Nicodemo, hombre principal entre los judíos, que fue de noche a ver a Jesús y le dijo: «Maestro, sabemos que has venido de parte de Dios, como maestro; porque nadie puede hacer las señales milagrosas que tú haces, si Dios no está con él».
Jesús le contestó: «Yo te aseguro que quien no renace de lo alto, no puede ver el reino de Dios». Nicodemo le preguntó: «¿Cómo puede nacer un hombre siendo ya viejo? ¿Acaso puede, por segunda vez, entrar en el vientre de su madre y volver a nacer?».
Le respondió Jesús: «Yo te aseguro que el que no nace del agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que nace de la carne, es carne; lo que nace del espíritu, es espíritu. No te extrañes de que te haya dicho: “Tienen que renacer de lo alto”. El viento sopla donde quiere y oyes su ruido, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así pasa con quien ha nacido del Espíritu».
Palabra del Señor.
Meditación (profundización propuesta, si bien se sugiere sea algo personal)
Vivir la ley de amor.
«¿Cómo se llega a ser miembros de este pueblo [de Dios]? No es a través del nacimiento físico, sino de un nuevo nacimiento. En el Evangelio, Jesús dice a Nicodemo que es necesario nacer de lo alto, del agua y del Espíritu para entrar en el reino de Dios. Somos introducidos en este pueblo a través del Bautismo, a través de la fe en Cristo, don de Dios que se debe alimentar y hacer crecer en toda nuestra vida. Preguntémonos: ¿cómo hago crecer la fe que recibí en mi Bautismo? ¿Cómo hago crecer esta fe que yo recibí y que el pueblo de Dios posee?
La otra pregunta. ¿Cuál es la ley del pueblo de Dios? Es la ley del amor, amor a Dios y amor al prójimo según el mandamiento nuevo que nos dejó el Señor. Un amor, sin embargo, que no es estéril sentimentalismo o algo vago, sino que es reconocer a Dios como único Señor de la vida y, al mismo tiempo, acoger al otro como verdadero hermano, superando divisiones, rivalidades, incomprensiones, egoísmos; las dos cosas van juntas. ¡Cuánto camino debemos recorrer aún para vivir en concreto esta nueva ley, la ley del Espíritu Santo que actúa en nosotros, la ley de la caridad, del amor!» (S.S. Francisco, 12 de junio de 2013).
Diálogo con Cristo
Dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, a partir de lo que haya llegado al propio interior, de lo que te haya dicho Dios.
Propósito (es mejor que surja del diálogo íntimo que se ha tenido con Cristo
Cuando hoy se ponga a prueba mi paciencia, haré una pausa y me preguntaré:¿De qué manera quiere Cristo que afronte esta situación?
«Ser evangelizador significa para cada uno de ustedes hacer brillar en su vida la figura y presencia del Cristo contemplativo y evangelizador, como norma, criterio y sentido de su propia contemplación y evangelización»