No esperar resultados inmediatos.
2014-05-28
Oración preparatoria
Ven, Espíritu Santo, energía vital de mi alma, guía segura hacia la verdad plena, consuelo en mis angustias, misericordia ante mis infidelidades, fuerza para mover mi voluntad, ternura y compasión ante mi debilidad, ¡te necesito!
Petición (gracia/fruto que se busca)
Espíritu Santo, fuente de luz, ¡ilumína mi oración!
Texto base para entablar el diálogo con Dios
Del santo Evangelio según san Juan 16, 12-15
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Aún tengo muchas cosas que decirles, pero todavía no las pueden comprender. Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él los irá guiando hasta la verdad plena, porque no hablará por su cuenta, sino que dirá lo que haya oído y les anunciará las cosas que van a suceder. Él me glorificará, porque primero recibirá de mí lo que les vaya comunicando. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso he dicho que tomará de lo mío y se lo comunicará a ustedes”.
Palabra del Señor.
Meditación (profundización propuesta, si bien se sugiere sea algo personal)
No esperar resultados inmediatos.
«[Preocupación por generar procesos que construyan la plenitud humana en vez de obtener resultados inmediatos que producen un rédito político fácil, rápido y efímero].Este criterio también es muy propio de la evangelización, que requiere tener presente el horizonte, asumir los procesos posibles y el camino largo. El Señor mismo en su vida mortal dio a entender muchas veces a sus discípulos que había cosas que no podían comprender todavía y que era necesario esperar al Espíritu Santo.
La parábola del trigo y la cizaña grafica un aspecto importante de la evangelización que consiste en mostrar cómo el enemigo puede ocupar el espacio del Reino y causar daño con la cizaña, pero es vencido por la bondad del trigo que se manifiesta con el tiempo» (S.S. Francisco, exhortación apostólica Evangelii gaudium, n. 225).
Diálogo con Cristo
Dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, a partir de lo que haya llegado al propio interior, de lo que te haya dicho Dios.
Propósito (es mejor que surja del diálogo íntimo que se ha tenido con Cristo)
Revisar mi plan de vida y poner en agenda mi próxima dirección espiritual.
«En nuestra vida cristiana y apostólica sin el Espíritu Santo, nada; con el Espíritu Santo, todo»