El lugar del Espíritu Santo en mi vida.
2014-05-29
Oración preparatoria
Jesucristo, son tantas las cosas que no acabo de comprender… como decía san Pablo, ¿por qué no hago el bien que quiero hacer, continuamente, sin distracciones, con pureza de intención, sin poner límites por mi miedo o egoísmo? Me postro hoy ante Ti en mi oración con la certeza que sabrás mostrarme el camino que debo seguir.
Petición (gracia/fruto que se busca)
Señor dame la gracia de vivir definitivamente para Ti y nada más para Ti.
Texto base para entablar el diálogo con Dios
Del santo Evangelio según san Juan 16, 16-20
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Dentro de poco tiempo ya no me verán; y dentro de otro poco me volverán a ver”. Algunos de sus discípulos se preguntaban unos a otros: “¿Qué querrá decir con eso de que: ‘Dentro de poco tiempo ya no me verán, y dentro de otro poco me volverán a ver’, y con eso de que: ‘Me voy al Padre’?” Y se decían: “¿Qué significa ese ‘un poco’? No entendemos lo que quiere decir”.
Jesús comprendió que querían preguntarle algo y les dijo: “Están confundidos porque les he dicho: ‘Dentro de poco tiempo ya no me verán y dentro de otro poco me volverán a ver’. Les aseguro que ustedes llorarán y se entristecerán, mientras el mundo se alegrará. Ustedes estarán tristes, pero su tristeza se transformará en alegría”.
Palabra del Señor.
Meditación (profundización propuesta, si bien se sugiere sea algo personal)
El lugar del Espíritu Santo en mi vida.
«El Espíritu Santo que guía a la Iglesia, y a cada uno de nosotros, a la Verdad plena. En nuestros días, marcados por el relativismo, es necesario preguntarnos como Pilato: “¿Qué es ‘la’ Verdad?”. La Verdad con mayúsculas no es una idea que nosotros nos hacemos o consensuamos, sino una persona con la que nos encontramos. Cristo es la Verdad, que se ha hecho carne. Y el Espíritu Santo hace posible que lo reconozcamos y lo confesemos como Señor.
El Espíritu Santo nos recuerda las palabras de Jesús y las imprime en nuestros corazones. Él es la ley inscrita en nuestro interior, donde tomamos las decisiones. El Espíritu Santo, además, nos lleva a la inteligencia de la Verdad completa. Él es quien suscita el sentido de la fe en los creyentes creando una comunión, cada vez más profunda, con Cristo. Mediante el Espíritu Santo, el Padre y el Hijo hacen morada en nosotros» (S.S. Francisco, 15 de mayo de 2013).
Propósito
Al iniciar el día, invocar la asistencia del Espíritu Santo para que me guíe y me sostenga en mi camino para ser su discípulo y misionero.
«Con la ayuda de su gracia, tú has respondido con generosidad porque no quieres frustrar el amor que se te ofrece ni el que, a través de tu colaboración, podrá llegar a otros muchos; porque quieres que la cadena del amor salvífico no se interrumpa en ti, porque quieres ser eslabón por el que pase la salvación de Cristo»
(Cristo al centro, n. 2261).