La ley del Espíritu que nos hace libres.
2014-06-11
Oración preparatoria
Dios mío, permite que esta oración me llene de tu luz, de tu gracia, de tu verdad y de tu amor para que sepa conocer, aceptar, vivir y trasmitir con alegría tu doctrina a quienes pongas en mi camino.
Petición (gracia/fruto que se busca)
Ilumíname para que pueda llevar a los hombres, mis hermanos, la luz de tu Evangelio.
Texto base para entablar el diálogo con Dios
Del santo Evangelio según san Mateo 5, 17-19
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «No crean que he venido a abolir la ley a los profetas; no he venido a abolirlos, sino a darles plenitud. Yo les aseguro que antes se acabarán el cielo y la tierra, que deje de cumplirse hasta la más pequeña letra o coma de la ley.
Por lo tanto, el que quebrante uno de estos preceptos menores y enseñe eso a los hombres, será el menor en el Reino de los cielos; pero el que los cumpla y los enseñe, será grande en el Reino de los cielos».
Palabra del Señor.
Meditación (profundización propuesta, si bien se sugiere sea algo personal)
Esta ley es sagrada porque conducía al pueblo a Dios. Por lo tanto, no se puede tocar. Había quien decía que Jesús cambiaba esta ley. Él, en cambio, buscaba hacer entender que se trataba de un camino que conduciría al crecimiento, es más, a la plena madurez de esa ley. Y decía: Yo vengo a dar cumplimiento. Así como el brote que “despunta” y nace la flor, así es la continuidad de la ley hacia su madurez. Y Jesús es la expresión de la madurez de la ley.
El papel del Espíritu Santo en la transmisión de esta ley. Pablo dice que esta ley del Espíritu la tenemos por medio de Jesucristo, porque no somos capaces de pensar algo como procedente de nosotros; nuestra capacidad viene de Dios. Y la ley que Dios nos da es una ley madura, la ley del amor, porque hemos llegado a la última hora. El apóstol Juan dice a su comunidad: Hermanos, hemos llegado a la última hora. A la hora del cumplimiento de la ley. Es la ley del Espíritu, la que nos hace libres… (Cf. S.S. Francisco, 12 de junio de 2013, homilía en Santa Marta).
Diálogo con Cristo
Dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, a partir de lo que haya llegado al propio interior, de lo que te haya dicho Dios.
Propósito (es mejor que surja del diálogo íntimo que se ha tenido con Cristo)
Pondré en mi agenda la fecha para mi próxima confesión que preparé con un buen examen de conciencia.
«No escatimen esfuerzos por conocer las implicaciones doctrinales y morales del Evangelio y por conformar con ellas su conducta privada y pública»