Discernir lo que viene de Dios y lo que no viene de Dios.
2014-11-29
Oración preparatoria
Cristo Rey, Tú eres el verdadero Señor del mundo, Tú eres el vencedor del pecado y de la muerte; quien está unido a Ti no debe temer a nada ni a nadie. Señor, contigo no tengo ningún enemigo y ninguna adversidad insuperable.
Petición (gracia/fruto que se busca)
Señor, que mi oración me ayude a permanecer siempre unido a tu Corazón para, así, crecer en amor y ser fuerte con tu gracia.
Texto base para entablar el diálogo con Dios
Del santo Evangelio según san Lucas 21, 34-36
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Estén alerta, para que los vicios, la embriaguez y las preocupaciones de esta vida no entorpezcan su mente y aquel día los sorprenda desprevenidos; porque caerán de repente como una trampa sobre todos los habitantes de la tierra.
Velen, pues, y hagan oración continuamente, para que puedan escapar de todo lo que ha de suceder y comparecer seguros ante el Hijo del hombre».
Palabra del Señor.
Meditación (profundización propuesta, si bien se sugiere sea algo personal)
Saber "discernir los espíritus", discernir si una cosa nos hace permanecer en el Señor o nos aleja de Él. Nuestro corazón siempre tiene deseos, tiene anhelos, tiene pensamientos. Pero, ¿estos son del Señor o algunos de estos nos alejan del Señor? Hay que poner a prueba lo que pensamos y deseamos: Si esto va en la línea del Señor, así irá bien, pero si no va... Poner a prueba los espíritus para ver si son verdaderamente de Dios, porque muchos falsos profetas proceden del mundo. Profetas y profecías o propuestas: ´¡Yo quiero hacer esto!´ Pero no te lleva al Señor, te aleja de Él.
Por esto es necesaria la vigilancia. El cristiano es un hombre o una mujer que sabe vigilar su corazón. Y muchas veces nuestro corazón, con tantas cosas que van y vienen, parece un mercado local: de todo, encuentras de todo allí... ¡Y no! Debemos saber -esto es del Señor o esto no lo es- para permanecer en el Señor...» (Cf. S.S. Francisco, 7 de enero de 2014, homilía en Santa Marta).
Diálogo con Cristo
Dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, a partir de lo que haya llegado al propio interior, de lo que te haya dicho Dios.
Propósito (es mejor que surja del diálogo íntimo que se ha tenido con Cristo)
Antes de iniciar mis actividades diarias pedir humildemente: ¡Ven Espíritu Santo!
«Solemos pensar que aún nos queda mucho tiempo, pero no pensamos que por más que nos quede será siempre infinitamente más pequeño que la eternidad que nos espera y de la que no podemos dudar.»
(Cristo al centro, n. 2118)