No se puede entender a Jesucristo sin la cruz.
2014-12-13
Santa Lucía, virgen y mártir.
Oración preparatoria
Señor Jesús, Tú eres el Alfa y la Omega. Todo lo que tengo es tuyo. Tú me has dado la vida y me ofreces la vida eterna. Te mereces mi honor, mi gratitud y, sobre todo, mi amor. Nunca te impones a Ti mismo. Gracias por respetar mi libertad para que yo pueda ofrecértela hoy en esta oración.
Petición (gracia/fruto que se busca)
Señor, permite que esta oración me dé la sabiduría para saber reconocerte en los demás. Que el temor a la cruz no me convierta en una persona indiferente o dominado por la apatía.
Texto base para entablar el diálogo con Dios
╬ Del santo Evangelio según san Mateo 17, 10-13
Cuando bajaban de la montaña, los discípulos preguntaron a Jesús: “¿Por qué dicen los escribas que primero tiene que venir Elías?” Él les contestó: “Elías vendrá y lo renovará todo. Pero os digo que Elías ya ha venido, y no lo reconocieron, sino que lo trataron a su antojo. Así también el Hijo del hombre va a padecer a manos de ellos”. Entonces entendieron los discípulos que se refería a Juan el Bautista.
Palabra del Señor.
Meditación (profundización propuesta, si bien se sugiere sea algo personal)
El Hijo del hombre, es decir el Mesías, el Ungido, debe sufrir mucho, ser rechazo por los ancianos, por los jefes de los sacerdotes y los escribas, ser asesinado y resucitar. Este es el camino de nuestra liberación. Este es el camino del Mesías, el Justo: la Pasión, la Cruz. […]
Esta es la «pedagogía» que Jesús usa para preparar los corazones de la gente, para entender este Misterio de Dios. Es tanto el amor de Dios, es tan feo el pecado, que Él nos salva así: con esta identidad en la cruz. No se puede entender Jesucristo Redentor sin la cruz: ¡no se puede entender! Podemos llegar hasta pensar que es un gran profeta, hace cosas buenas, es un santo. Pero el Cristo Redentor sin la cruz no se puede entender. Pero los corazones de los discípulos, los corazones de la gente, no estaban preparados para entenderlo. No habían entendido las Profecías, no habían entendido que Él era precisamente el Cordero para el sacrificio. No estaban preparados. (Cf. Papa Francisco, homilía en santa Marta, 26 de septiembre de 2014)
Diálogo con Cristo
Dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, a partir de lo que haya llegado al propio interior, de lo que te haya dicho Dios.
Propósito (es mejor que surja del diálogo íntimo que se ha tenido con Cristo)
Limitar hoy el tiempo que dedico a mi esparcimiento en la televisión, o en el internet, para dedicar más tiempo a mi oración personal.
«El obsequio del verdadero amor culmina en el sacrificio.»