El drama de la hipocresía..
2015-01-20
Acto preparatorio
Para iniciar mi encuentro con Cristo.
Señor, me dirijo a Ti con humildad. Sé que he caído con frecuencia en el pecado, soy consciente de mi debilidad, pero tengo la seguridad de tu gran amor y misericordia. Tu gracia me asegura y me mantiene en el camino a la santidad. ¡Gracias, Padre bueno!
Petición (gracia/fruto que se busca)
Señor, ilumina mi mente y mi corazón para que esta oración me ayude a comprender lo que hoy me quieres decir.
Texto base para entablar el diálogo con Dios
Del santo Evangelio según san Marcos 2, 23-28
Un sábado, atravesaba el Señor un sembrado; mientras andaban, los discípulos iban arrancando espigas. Los fariseos le dijeron: "Oye, ¿por qué hacen en sábado lo que no está permitido?"
Él les respondió: "¿No habéis leído nunca lo que hizo David, cuando él y sus hombres se vieron faltos y con hambre? Entró en la casa de Dios, en tiempo del sumo sacerdote Abiatar, comió de los panes presentados, que sólo pueden comer los sacerdotes, y les dio también a sus compañeros."
Y añadió: "El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado; así que el Hijo del hombre es señor también del sábado."
Palabra del Señor.
Reflexiona lo que Dios te dice en el Evangelio, si te sirve, lee esto que dijo el Papa.
Alguno de ustedes podrá decirme: “Pero padre, esta gente era seguidora de la ley: el sábado no caminaban más de cien metros -o no sé cuántos se podían hacer- nunca, nunca iba a la mesa sin lavarse las manos y hacer las abluciones; pero era gente que seguía la ley, muy segura en sus costumbres”. Sí, es verdad, pero en las apariencias. Eran fuertes, pero fuera. Estaban cubiertos. El corazón era muy débil, no sabían en qué creían. Y por esto su vida era, la parte de fuera regulada, pero el corazón iba de un lado a otro: el corazón débil y una piel cubierta, fuerte, dura.
Jesús nos enseña que el cristiano debe tener el corazón fuerte, el corazón equilibrado, el corazón que crece sobre la roca, que es Cristo, y después en la forma de caminar, caminar con prudencia. No se negocia con el corazón, no se negocia con la roca. La roca es Cristo, no se negocia. (Cf. S.S. Francisco, 15 de diciembre de 2014, homilía en Santa Marta).
Diálogo con Cristo
Ahora inicia tu diálogo personal con Cristo, a partir de lo que el Espíritu Santo te ilumine.
Propósito
¿Qué te pide Dios ahora? Sé dócil y verás que lo vas a lograr. Si te ayuda, te damos una sugerencia.
En las conversaciones que hoy sostenga, seré sincero y pondré cuidado de no alardear de mí mismo, sino que dejaré que los demás puedan expresar sus opiniones.
«Muchas veces juzgamos las cosas conforme a nuestro deseo, y perdemos con frecuencia el verdadero juicio por amor propio.»