El multilateralismo se cierne sobre lo que fue hasta el momento el unilateralismo de EEUU. En este sentido, hay quienes dicen que cuando un imperio sabe que se está cayendo, se convierte en más peligroso de lo que es. Algo que confirma el analista militar Juan Aguilar, al incidir en que así el imperio intenta sobrevivir.
El fin del imperio es la muerte, y esto significa que va a intentar sobrevivir por todos los medios posibles, explica el experto.
"Al intentar sobrevivir, depende mucho de sí mismo, pero también de los otros actores. Si los otros actores no van a permitir esa supervivencia porque ya son emergentes que quieren su parte en ese nuevo orden internacional, el choque es inevitable. Y cuando el choque es inevitable, el que ya no tiene nada que perder es el que está desapareciendo, el que ya está en decadencia. Y como no tiene nada que perder, puede hacer la mayor de las locuras, por eso se vuelve muy peligroso".
Así, el mundo se puede enfrentar a este panorama, entre otros, en este incipiente año 2019. Para Aguilar lo importante no es lo que pueda ocurrir, porque eso es impredecible, sino qué es lo que no va a cambiar respecto a 2018. Juan Aguilar se centra en siete puntos críticos a los que hay que estar atentos en 2019, y éste es su análisis.
"Vamos a seguir asistiendo a este mundo de la mentira global, cada vez más extendido. Podríamos incluso hablar –como hacen muchos autores –de 'infocalipsis': el caos informativo va a ser de tal magnitud, y esto va 'in crescendo', que será muy difícil distinguir lo que son informaciones veraces, de las que no lo son. Porque son un instrumento de guerra de los Estados. Lo hemos visto en 2017 y 2018 sobre todo con el tema de la injerencia rusa, y esto lo vamos a seguir viendo en 2019 seguramente con mayor intensidad".
Zonas de fracturas geopolíticas
Son tres, de acuerdo al analista. "Por un lado, está la zona del Golfo Pérsico, que implica a países como Arabia Saudí, Irán, el conflicto en Yemen, la situación de Israel y los países del entorno; la finalización de la guerra en Siria; y cómo va a quedar el asunto kurdo respecto a Turquía".
"El Este de Europa puede convertirse en otra zona de fractura geopolítica importante, tanto por la cuestión de Ucrania –donde además hay elecciones este año–, como por el asunto de Kosovo, que pretende tener un Ejército propio, lo que va a agudizar de nuevo esa zona de los Balcanes".
"La tercera fractura, quizá la más importante es lo que ocurre en el Mar de China Meridional. El choque inevitable entre EEUU y China, y que tiene toda una serie de actores secundarios: lo que pueda pasar en la península coreana, la intervención de Japón, también de India, de los países del sudeste asiático, incluso de Australia".
Imprevisibilidad de la política de la Casa Blanca
"Lo hemos visto desde que el presidente de EEUU, Donald Trump, llegó a la Administración norteamericana, donde entre dimisiones y no dimisiones, tuits y no tuits, nunca sabemos si se va de Afganistán, si se queda, si mañana decide otra cosa, si rompe un tratado internacional o un tratado de libre comercio, si ataca Corea del Norte… Es decir, es un punto muy fastidioso a la hora de observar la situación para los analistas internacionales. La Casa Blanca se ha convertido en un auténtico manicomio".
"Como consecuencia de la imprevisibilidad de la Casa Blanca, estamos ante la posibilidad de una nueva y más profunda carrera de armamentos. La salida del tratado INF [de misiles de corto y medio alcance], o la ruptura en un momento determinado del acuerdo START de armas nucleares balísticas, puede hacer que de nuevo nos encontremos en un escenario de carrera de armamentos y de cuasi Guerra Fría nuclear, con los riesgos que ello conlleva, de que cualquier accidente, incidente, o situación de alta tensión, ponga los misiles 'a punto', y eso es muy peligroso siempre".
"Da igual la tendencia de los populismos. Es una época de pos globalización donde va a primar el realismo en las relaciones internacionales, eso significa que van a primar los intereses nacionales. Y si esos intereses se aplican por los Gobiernos de turno en sus relaciones internacionales, sin dudas va a haber sectores de la sociedad, los marginados y más perjudicados por la globalización, que también van a crecer. Y el aumento de todo tipo de populismos lo hemos estado viendo, sobre todo en Europa, también en América Latina con [el presidente de Brasil, Jair] Bolsonaro, o en el propio EEUU con Donald Trump".
"Sin entrar a la polémica de si este cambio climático es obra de la mano del hombre por su industria y su forma de consumo, o si obedece a ciclos naturales, da lo mismo. La realidad es que estamos ante una serie de cambios climáticos que pueden llevar, en primer lugar, a una crisis alimentaria, y esto significa un aumento salvaje de las corrientes migratorias, y de nuevo estaríamos ante una situación crítica en algunos países, o en algunas zonas, como el Mediterráneo, la frontera sur de EEUU, incluso en algunas zonas del sudeste asiático. Y eso es también fuente de conflictos que podemos ver a lo largo de 2019".
"Donde hay crisis alimentarias es mucho más sencillo la expansión de ciertas enfermedades. Esto, unido a cierta irresponsabilidad de muchos países a la hora de tratar en sus laboratorios con microorganismos, muchas veces modificados o incontrolados, puede traer que en cualquier accidente o situación no prevista, se convierta en una pandemia. Es como lo de las armas nucleares: nadie prevé una situación así, pero puede suceder".
Conclusión
"Si tuviera que lanzar un epitafio final, yo diría que estamos en la fase en la cual hay un mundo que se acaba, que es el mundo unipolar, pero el mundo nuevo todavía no ha nacido, es un mundo multipolar. En esos interregnos, en esas tierras de nadie donde el mundo nuevo no ha nacido pero el mundo viejo ya se acaba, es cuando la inestabilidad es mayor, la imprevisibilidad es mayor, y la posibilidad de que ocurra cualquier cosa, es factible", sentencia Juan Aguilar.
EE.UU. realiza ejercicios militares simulando un ataque nuclear contra Rusia
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El secretario de Defensa de EE.UU., Mark Esper, participó esta semana en juegos de guerra en los que las fuerzas estadounidenses realizaron un ataque nuclear simulado contra Rusia, según informó un alto funcionario del Pentágono durante una sesión informativa.
El militar, cuyo nombre no se revela por el Departamento de Defensa, detalló que las maniobras, que tuvieron lugar esta semana en el Comando Estratégico en Nebraska, tenían como objetivo simular un enfrentamiento en Europa entre Rusia y la OTAN.
Si bien el Ejército de EE.UU. realiza ejercicios para practicar la mecánica de la guerra nuclear con frecuencia, no es habitual que los altos funcionarios del Pentágono describan los resultados y tampoco que participe en ellos el secretario de Defensa, señala el portal National Defence.
"Nos atacaron con una [ojiva nuclear] de bajo rendimiento, y en el transcurso de los ejercicios simulamos una respuesta con un arma nuclear", explicó el funcionario, agregando que era una respuesta "limitada".
El ataque simulado ruso estaba dirigido contra un objetivo de la OTAN en Europa, según se desprende las declaraciones del oficial. Sin embargo, no se menciona qué tipo de objetivo los militares estadounidenses atacaron en represalia durante la simulación.
Una "gran competencia de poder" con Rusia y China
Durante la misma sesión informativa con los periodistas, altos funcionarios del Pentágono defendieron las inversiones en las fuerzas nucleares de la nación. La Administración Trump continúa con los planes elaborados por el Gobierno de Obama para modernizar el arsenal de misiles balísticos intercontinentales, bombarderos, submarinos y misiles de crucero lanzados desde el aire, así como del arsenal nuclear.
Por su parte, el oficial que comentó los recientes ejercicios señaló que Washington se enfrenta hoy en día a una "gran competencia de poder" con Rusia y China. "El otro lado está construyendo sus armas nucleares, modernizando sus existencias, y esto [el esfuerzo de EE.UU. para modernizar] es solo una respuesta sensata a eso".
Washington buscará penetrar en el mercado nuclear dominado por Rusia y China para poder recuperar su liderazgo perdido en la exportación de la tecnología atómica de primera clase. Sin embargo, será incapaz de llevar a la práctica este plan porque el mundo ya no es como antes, advierte el politólogo ruso Andréi Koshkin.
EEUU ha perdido su posición competitiva como líder mundial en el ámbito de la energía nuclear. En particular, EEUU ha cedido su liderazgo a países como Rusia y China, a sus empresas estatales y a los Estados en vías de desarrollo que buscan llenar este vacío, dice el nuevo informe publicado por el Departamento de Energía de EEUU.
Tras décadas de abandono, el sector nuclear comercial de EEUU —que incluye las minas y plantas involucradas en generar energía— corre el riesgo de volverse insolvente. El país norteamericano está a punto de perder su habilidad para producir su propio combustible nuclear, tal y como explican los autores del informe. Este desenlace amenaza sus intereses nacionales y su seguridad energética.
"Tras haber rechazado competir por su influencia nuclear, EEUU permitió a Rusia y a China establecer relaciones a largo plazo con naciones enemigas, más un aliado de la OTAN y otros Estados que tienen una gran importancia estratégica y geopolítica para Washington", dice el documento.
Actualmente existe un número de naciones en Europa del este y en África que tiende a avanzar hacia la cooperación con Moscú y Pekín. Por ello, desde el Departamento de Energía urgen a Washington a no ceder estas relaciones y a no obstaculizar su habilidad para adoptar compromisos que beneficien su política exterior.
Los autores del informe destacan que Rusia cuenta con contratos externos en los que se prevé construir reactores nucleares por valor de 133.000 millones de dólares. El país euroasiático planea apoyar la construcción de más de 50 instalaciones de este tipo en 19 países. A su vez, China ya está construyendo cuatro reactores en el extranjero y busca aumentar su número hasta 16 en el futuro.
Mientras tanto, EEUU no está presente en este mercado global, que, según el Departamento de Comercio del país norteamericano, será valorado entre 500.000 y 740.000 millones de dólares en la próxima década, y tampoco cuenta con contratos externos. Por ello, el Gobierno estadounidense buscará recuperar su liderazgo en el ámbito de la exportación de tecnología nuclear de primera clase.
Como parte de su estrategia, Washington planea permitir a la Comisión Reguladora Nuclear de EEUU (NRC) prohibir las importaciones de combustible nuclear fabricado en Rusia y China. Este organismo otorga las licencias que autorizan dichas actividades económicas.
La empresa rusa TVEL, que forma parte de la corporación Rosatom, es una de las pocas que van desarrollando sus proyectos en EEUU. En 2008 esta compañía empezó a suministrar combustible de repuesto para los reactores estadounidenses. Mientras la actual estrategia aún no ha empezado a implementarse por Washington, TVEL puede seguir exportando sus productos nucleares a EEUU.
Una vez que los planes del país norteamericano se materialicen, el Grupo de Trabajo sobre combustible nuclear apoyará una acción rápida para "limitar o prohibir las importaciones" de aquel que haya sido "fabricado en Rusia o China". Tal ofensiva pondrá en duda otro proyecto realizado por TVEL. El respectivo contrato fue firmado por la empresa en 2016 y prevé suministrar su combustible nuclear TVS-Kvadrat para uno de los operadores de las centrales atómicas estadounidenses.
Actualmente EEUU intenta mantener su liderazgo mundial. Por ello las autoridades estadounidenses buscan expulsar a Rusia y China de la esfera de las tecnologías nucleares, enfatizó el analista político ruso Andréi Koshkin en una entrevista con Sputnik.
Sin embargo, el actual informe publicado por el Departamento de Energía no tiene nada que ver con la realidad. EEUU "va perdiendo oportunidades y es incapaz de ser primero en todos los ámbitos de la vida cotidiana", considera el experto, al señalar los resultados de la lucha de Washington contra la pandemia. "Lo mismo ocurre en otros ámbitos", recalca el politólogo.
"Tanto Rusia como China desarrollan exitosamente la alta tecnología y Washington no puede alcanzarlos. Las tentativas de los autores que trazan estas estrategias se traducen en esfuerzos propagandísticos implementados con el objetivo de recordar que una vez EEUU vivió en un mundo unipolar. Ahora este modelo se está arruinando", concluyó.
Un grupo de ataque naval de la OTAN se acercó a las fronteras rusas al entrar en el mar de Bárents el pasado 4 de mayo, por primera vez desde la Guerra Fría. ¿Qué objetivos persiguen los destructores estadounidenses en el Ártico?
El grupo de ataque está compuesto por los destructores de misiles USS Donald Cook, USS Porter y USS Roosevelt, todos de la clase Arleigh Burke, y la fragata británica HMS Kent, que navegan acompañados de un buque de apoyo USNS Supply.
El 5 de mayo, Rusia cerró parte de la zona del mar de Bárents para los ejercicios de disparos de artillería del crucero de misiles Mariscal Ustinov. Uno de los buques más poderosos de la flota fue a saludar a los barcos del grupo naval de la OTAN con unos fuegos artificiales, comenta el columnista de la edición en ruso de Sputnik, Andréi Kots.
Según el experto militar ruso, Víktor Murajovski, la entrada de los destructores estadounidenses en el mar de Bárents es un perfecto entrenamiento para el sistema ruso de vigilancia de la situación aérea, submarina y de superficie.
"En tales situaciones, una o dos naves deben acompañar a un grupo de probables adversarios. La aviación también vigila a los visitantes. Por lo general, los submarinos también están involucrados", comentó Murajovski, editor jefe de la revista Export Vooruzheni.
Según el analista, el Pentágono está cambiando su estrategia general.
"Después del final de la Guerra Fría, los estadounidenses no consideraron a la Armada Rusa un digno oponente. (...) Pero en los últimos años se ha vuelto a hablar en Washington de la necesidad de centrarse en la confrontación con las grandes potencias de Rusia y China. Y están cambiando el concepto de la preparación operacional y de combate, la estructura de las fuerzas armadas, incluso las armas y la maquinaria bélica. Y uno de los elementos del nuevo concepto es el ingreso de un grupo naval en el mar de Bárents", analizó.
El experto subrayó que los destructores de la clase Arleigh Burke son una fuerza considerable. Cada uno de ellos lleva hasta 96 lanzadores verticales Mk41. Pueden estar equipados tanto con Tomahawks contra objetivos terrestres, como con SM-2 y SM-3 para interceptar blancos aéreos, incluyendo misiles balísticos de medio alcance. Todas las armas están integradas en el sistema de control de combate Aegis.
Los expertos y políticos coinciden en que la visita sin precedentes del grupo de ataque de barcos británicos y estadounidenses al mar de Bárents es otro paso para aumentar la presencia militar de la OTAN en la región del Ártico. A finales de enero, lo había mencionado el embajador del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Nikolái Korchunov.
"Nos preocupa la creciente actividad de la Alianza del Atlántico Norte en el Ártico. Estamos hablando franca y honestamente de ello con nuestros socios y a la comunidad mundial. Estamos particularmente preocupados por el aumento de la actividad en el Ártico de los Estados no árticos, los Estados miembros de la OTAN. Creemos que conduce a una tensión, socava la preservación de la región como zona de paz, estabilidad e interacción constructiva", dijo el diplomático.
Los representantes de EEUU declararon repetidamente su intención de hacer la región "libre para uso internacional". En 2019, el comando de EEUU publicó la Doctrina del Ártico que implica, entre otras cosas, el bloqueo de la Ruta del Mar del Norte por los buques de guerra. En estas condiciones, Rusia aumenta su propia presencia militar en la región.
A finales de febrero, el ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, anunció el despliegue de otra división de defensa antiaérea en el Ártico. Según él, la Ruta del Mar del Norte está bajo una protección fiable. Todos los años, la Flota del Norte opera "para proteger importantes instalaciones industriales e intereses económicos de Rusia en la zona del Ártico".
Venezuela alerta a la ONU sobre el "uso inminente de la fuerza" por EE.UU. contra barcos iraníes que transportan combustible a Caracas
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El embajador de Venezuela ante la Organización de las Naciones Unidas, Samuel Moncada, ha enviado al secretario general del organismo, António Guterres, una carta para alertar sobre la "amenaza de uso inminente de la fuerza militar por parte de EE.UU." contra 5 barcos iraníes que transportan gasolina a Venezuela, calificándolo de "acto de guerra establecido en el Derecho Internacional".
En la misiva, publicada este viernes en su cuenta de Twitter, Moncada reiteró que Washington, como parte de su "campaña de máxima presión", impide que el combustible llegue a Caracas para "aliviar la actual escasez que existe en todo el país".
En ese contexto, citó algunas publicaciones en medios que habían recogido las declaraciones del presidente estadounidense Donald Trump sobre Venezuela, en las que reiteró que "está rodeada a un nivel que nadie conoce, pero ellos sí". Además, recordó que el 20 de mayo de 2020 Wall Street Journal había reportado, con referencia a algunos funcionarios de la administración Trump, que EE.UU. "podría incluso intentar confiscar los barcos iraníes a través de un procedimiento judicial estadounidense […] por violar la 'ley estadounidense'".
"Este es un claro ejemplo de cómo el Gobierno de Estados Unidos de América pretende tanto violar el derecho internacional como ejercer 'autoridad' sobre la soberanía de otros Estados Independientes", destacó.
"Cualquier amenaza o intento de prohibir a esos barcos llegar a nuestros puertos constituiría, aparte de un flagrante desprecio por la Carta de las Naciones Unidas y las normas del derecho internacional, una clara violación de los principios de la libertad de comercio internacional y de la libertad de navegación", indicó. Asimismo, instó al Consejo de Seguridad de la ONU "a que adopte urgentemente las medidas necesarias para poner fin definitivo e inmediato a las políticas belicistas y criminales" de las autoridades estadounidenses para evitar "una mayor escalada de las tensiones".
Por su parte, el ministro para la Defensa de Venezuela, el general en jefe Vladimir Padrino López, afirmó este miércoles que el país sudamericano recibirá a los buques petroleros iraníes que transportan combustible a su país, y adelantó que "apenas entren a la zona económica exclusiva, serán escoltados por naves, buques y aviones" de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB).
El sistema de defensa aérea de la nueva generación S-500 Prometei será capaz de destruir armas hipersónicas en el espacio cercano, comentó Serguéi Surovikin, jefe de las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia.
Según Surovikin, las características técnicas del S-500 permiten clasificar este sistema en la primera generación de sistemas de defensa espacial.
"Las características del S-500 permiten destruir, además de los objetivos aerodinámicos y balísticos, armas hipersónicas de todas las modificaciones, incluidas las del espacio cercano", afirmó en la entrevista para Krasnaya Zvezda.
La tarea principal del sistema es la destrucción de los misiles balísticos de alcance medio y de las unidades de combate de los misiles balísticos intercontinentales en la parte final de su trayectoria de vuelo, especificó.
Además, el sistema S-500 es capaz de destruir aviones hipersónicos, aeronaves y vehículos aéreos no tripulados.
Se pueden juzgar las capacidades de estos sistemas incluso por su generación anterior, subrayó a Sputnik el experto militar Alexander Zhilin.
"Los sistemas S-300, S-400 Triumf, son desarrollos prometedores que no tienen análogos. Se basan en la idea de diseño soviético y en las últimas tecnologías, que les permiten posibilidades únicas", declaró.
Asimismo indicó que Rusia no oculta el desarrollo de sistemas de defensa.
"Si es posible, abrimos lo que podemos abrir. Creo que esto nos permite evitar algunos momentos de tensión y malentendidos", señaló.
El S-500 Prometei pertenece a la nueva generación de sistemas de defensa de misiles tierra-aire. Es un sistema de intercepción versátil de largo alcance y gran altitud con un potencial de defensa de misiles mejorado. El sistema es capaz de destruir no solo los objetivos balísticos sino también los aerodinámicos y los misiles de crucero.
La pandemia no frenó el proteccionismo y las disputas comerciales de EEUU con el resto del mundo, en especial con China y la Unión Europea. Por el contrario, profundizó ese escenario conflictivo.
La Organización Mundial de Comercio estima ahora una caída de hasta el 18,5% en el intercambio de bienes y servicios a nivel internacional para este año.
En lugar de un marco de cooperación y coordinación para atender la crisis global provocada por la COVID-19, EEUU ha dinamitado los espacios de intercambio y colaboración entre las potencias, como el G-20.
Derrumbe
El comercio mundial se redujo abruptamente en el primer semestre del año, debido al impacto de la pandemia en la economía mundial.
Los economistas de la OMC estiman que, si bien el volumen del comercio registrará una fuerte caída en 2020, es poco probable que se llegue a la situación hipotética más desfavorable prevista en abril, que proyectaba una contracción del 32%.
Según las estadísticas de la OMC, el volumen del comercio de mercancías se redujo a un ritmo interanual del 3% en el primer trimestre. Las estimaciones iniciales para el segundo trimestre apuntan a un descenso interanual del 18,5%.
"El desplome del comercio al que asistimos actualmente alcanza niveles históricos; de hecho, es el más pronunciado de que tenemos constancia. Pero hay un importante lado positivo en este fenómeno, y es que podría haber sido mucho peor", afirmó el Director General Roberto Azevêdo.
Hegemonía
La muy fuerte caída del Producto Interno Bruto de la mayoría de los países debido a la pandemia ha provocado en lo inmediato un brusco descenso del comercio internacional.
Este retroceso prolonga la tendencia que comenzó con la crisis de 2008. La evolución del comercio global empezó a acompañar el crecimiento económico mundial, cuando hasta ese momento lo duplicaba.
El economista argentino radicado en Francia Bruno Susani escribió que la administración Trump busca organizar el comercio mundial en función de las necesidades de mantener su hegemonía económica.
En la década del 90 hubo un sostenido aumento del comercio mundial, que se aceleró a partir de 2001 con la incorporación de China a la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Esa expansión se produjo por la etapa de la globalización dominada por la deslocalización de ciertas producciones para disminuir costos salariales y mantener la tasa de ganancias de corporaciones de las economías desarrolladas.
A eso se le sumó el avance tecnológico en los procesos productivos en China e India. Todos esos factores derivaron en un incremento sostenido del comercio internacional.
La crisis de 2008 frenó esa expansión y la situación ya no es la misma. La pandemia COVID-19 puede generar un ciclo inverso. Una reversión del proceso de deslocalización, con una mayor concentración de la producción en los países desarrollados y, por lo tanto, un menor flujo de intercambios de bienes y servicios globales.
La OMC está al servicio de las economías desarrolladas. Entrega distintas herramientas que les permitieron proteger sus mercados internos, a la vez que limitaron fuertemente el margen de maniobra del resto de los países para impulsar estrategias de desarrollo productivo.
Un ilustrativo documento de la cancillería de Argentina de hace unos añosadvierteque, sin embargo, el hecho de que las reglas establecidas favorezcan a un grupo pequeño pero muy poderoso de economías desarrolladas no impide que EEUU sea el país más demandado en las instancias de solución de controversias de la OMC y el principal infractor a las normativas de dicha organización.
EEUU despliega un amplio abanico de barreras ilegítimas para evitar el ingreso de ciertos productos importados que podrían competir con su producción nacional.
Es uno de los países con mayor experiencia en la aplicación de todo tipo de barreras de corte proteccionista. Emplea un amplio conjunto de medidas distorsivas para el comercio, como topes arancelarios en ciertos productos primarios, contingentes arancelarios (es decir, cuotas con arancel preferencial), subsidios a la exportación y obstáculos técnicos (compre nacional o barreras sanitarias y fitosanitarias), entre otras barreras.
Doble discurso
Mientras postula el libre comercio en los foros internacionales, EEUU dispone medidas proteccionistas de sus mercados locales.
En los últimos dos años, la administración Trump concentra la mitad de las denuncias que se han presentado ante la OMC en ese periodo.
Es el país que recibió la mayor cantidad de demandas en la historia de la OMC (121 acusaciones). Además es el que más casos ha perdido en la OMC. Fue condenado en el 75% de los casos en los que, siendo parte demandada, hubo un fallo del órgano de solución de diferencias.
También es el segundo país del mundo en cantidad de investigaciones antidumping iniciadas (508 casos iniciados, 319 medidas definitivas). Además aplica medidas compensatorias y licencias de importación.
Fija máximos arancelarios prohibitivos para algunos productos primarios: tabaco (350%), maní (140%), queso (50%), azúcar (49%). Consiguió imponer, al igual que la UE, una suerte de "proteccionismo legalizado" para sí mismo en el marco de la OMC al aplicar subsidios directos a la producción y las exportaciones de productos agropecuarios, una de las medidas más cuestionadas en ese marco institucional multilateral.
Destinará en los próximos 10 años más de 950.000 millones de dólares en subsidios a sus productores primarios. Esta acción distorsiva desplaza la competencia potencial de otros países e induce una mayor volatilidad en los precios internacionales de los alimentos.
Bloqueo
Esa cantidad de sanciones podrían ser bastante más elevada. A fines de 2015, EEUU bloqueó la renovación de los miembros que finalizaban sus mandatos en el órgano de apelaciones de la OMC, máxima instancia de resolución de controversias comerciales.
Hoy hay un solo miembro de ese órgano y no puede funcionar. Bloquear su funcionamiento es como dejar sin objeto a la OMC.
Ese comportamiento viene acompañado de unaserie de represalias comerciales iniciada por EEUU.
No es solo la guerra comercial con China, país que lo considera una amenaza, sino que también dispuso restricciones comerciales con países europeos considerados aliados. Y con otros alineados con su política exterior, como Corea y Brasil.
La decisión de Donald Trump de elevar los aranceles sobre el acero y el aluminio y la consecuente respuesta de la Unión Europea de subir tarifas sobre otros bienes de EEUU fue una ruptura de las reglas de convivencia del comercio internacional entre aliados.
Las medidas proteccionistas son colocadas cada vez que intereses de empresas estadounidenses se enfrentan a situaciones complicadas para mantener posiciones en su mercado interno o para preservar mercados internacionales.
Exportaciones mundiales
El economista Silvio Guaita explica que EEUU representa el 25% del Producto Bruto mundial, porcentaje que es más elevado si se contabiliza las producciones de subsidiarias y filiales de sus multinacionales instaladas en otros países.
Su economía es un motor relevante pero ya no único, puesto que China y su área de influencia en Asia también se han convertido en un importante impulsor de la economía mundial.
Más aún cuando el crecimiento del comercio internacional se desacelera en relación al avance del Producto mundial, como viene sucediendo desde hace más de diez años.
China
En esa disputa en el terreno comercial, EEUU está tensando al máximo la relación con China, su principal competidor en la carrera por ser potencia económica mundial.
Entre las 500 mayores empresas del mundo, según el ranking Forbes, ya hay casi tantas chinas como estadounidenses. En la práctica, esta crisis ha mostrado que China tiene un papel más relevante en la producción global, el comercio, el turismo y los mercados de materias primas.
A inicios de este año, antes de la irrupción de la pandemia COVID-19, habían llegado a un principio de acuerdo, con importantes condicionamientos para China. Pero luego de ese trato, la administración Trump siguió la embestida acusando a China, sin ninguna prueba, por supuestamente haber esparcido el coronavirus.
Esa estrategia de enfrentamiento tiene otro frente en el área de la tecnología y de las telecomunicaciones con las restricciones a la empresa china Huawei, que está adelantada en el desarrollo del 5G en relación a firmas estadounidenses.
La Casa Blanca argumenta que esa decisión se debe a lo que considera una amenaza a su "seguridad nacional".
En esa instancia de disputa entre potencias, alimentada por la potencia en declive, EEUU, no existe OMC y ningún otro organismo internacional con competencias para intervenir y frenar esa escalada que pone en riesgo la estabilidad de la economía mundial.