CUANDO YA NO TE ENOJAS
Cuando ya no te enojas,
de a poco te despojas
de un hábito ancestral:
el de buscar afuera
la causa verdadera
de aquello que ves mal.
Cuando ya no te enojas
suprimes de tu foja
toda condenación,
y alzas en la penumbra
la luz que más alumbra:
la de la aceptación.
Cuando ya no te enojas,
y te sueltas, y aflojas,
te abres a "lo que es"…,
y la paz del instante
te envuelve en su diamante…,
sin antes…, ni después…
Cuando ya no te enojas,
escojas lo que escojas
todo resulta bien…:
al soltar las batallas,
vayas adonde vayas
va el disfrute también.
Cuando ya no te enojas
tu corazón deshoja
la más preciosa flor:
esa que al ir cediendo
sus pétalos al viento,
va aromando mejor….
Cuando ya no te enojas
no puede la congoja
posarse sobre ti,
y proclaman tus ojos:
"hoy solté los enojos…:
¡hoy triunfé sobre mí…!".