Ventolera salvadora
Trato de detener la ventolera que me arrastra,
Me agarro con fuerzas.
No quiero dejar el lugar del recuerdo.
Aquí supe del ardor de mi centro,
de los labios húmedos de placer
mirando al cielo azul.
No quiero que se derrumbe el altar.
Altar que fabriqué con el deseo íntimo,
con el delirio en llamas,
con la fuerza de la vida.
Me quedaré con la buena intención
de reprogramarme,
sin llanto,
sin esperanzas engañosas,
sin disgusto por lo que perdí.
La carga del pasado la dejaré volar con ese viento.
Que se lleve lejos lo que dañó
Lo que partió en dos nuestra historia.
Historia infinita que aún en pedazos
me sirve de tabla salvadora.
Está decidido,
Me quedaré aquí feliz,
sumergida en mis vivencias,
Sí, feliz,
Como cuando creía en el amor.
Carmen Amaralis Vega Olivencia