Esfuerzo sostenido
A veces,
para avanzar más rápidamente
conviene reducir la velocidad.
A veces,
para conseguir más
hay que dejar de intentarlo con tanto empeño.
Cuando te apuras a ti mismo
de manera constante e implacable,
el apuro
pasa a ser el foco y así,
puedes perder de vista el verdadero objetivo.
Estando constantemente ocupado
en estar siempre ocupado,
puedes caer muy fácilmente
en olvidar lo que estabas
queriendo conseguir.
Apurarte en una determinada tarea
puede agotarte y generar errores que
luego te obligarían
a dedicar más tiempo en arreglarlos.
Ten presente
que correr a gran velocidad
no es una estrategia útil para ganar un
maratón.
Reducir la velocidad
a un paso que resulte sostenible en el tiempo puede,
de hecho,
ayudar a que los resultados lleguen antes.
Recuerda que tu
meta no es simplemente estar ocupado,
sino lograr algo de verdadero
valor con tus esfuerzos.
Toma una respiración profunda,
acalla tu mente y concentra tu foco
y tus pensamientos allí donde estás yendo.
Moverte pensativa e
intencionalmente te aportará muchísima fuerza.
El tiempo y una firme perseverancia
conseguirán mucho más que un
barullo frenético y apresurado.
Ve suficientemente rápido como para
lograrlo,
pero suficientemente lento como para hacerlo bien.
Gabriel Sandler