Hoy le presto a mi musa tu recuerdo
para llenar de ti, mí poesía
y dejando volar la fantasía
de la rima al conjuro, en ti me pierdo
En mi labio, tu ausente labio muerdo
De erótica mixtura me regreso
Mi boca, dibujada por tu beso,
vuelve al presente de su desacuerdo
Me abrazo al fardo con tu nombre impreso,
De tu árbol vuelve a florecer la rama.
caminas con dulzura el pentagrama.
La musa te hace esclava de un emblema
y, en la página en blanco de mi cama,
inspirado por ti, nace un poema.