En el marco del debate sobre el trato que deben recibir los animales domésticos, y la discusión sobre si deben ser abordados 

como mascotas, o si estos logran el status de miembros de la familia, hablamos con el señor Gerardo Lozada, 

quien contó la forma en la que realizó un funeral especial a su perrita "muñeca" después 

de que esta falleciera tras llevar 16 años acompañando a la familia. 

El caso se presentó en la funeraria La Paz, en Neiva, negocio de propiedad de Lozada, quien narró los detalles 

de tan inusual ceremonia de velorio, y las motivaciones que lo llevaron a adelantarla. 

Según Lozada "decidimos darle ese funeral a muñeca porque nos acompañó por 16 años y era tanto mascota 

de la casa como de la empresa ... era una perrita que se daba a querer por todas las personas y era la admiración de los visitantes". 

"Para la funeraria era una mascota, pero para nosotros ella era un miembro de la familia", aseguró Lozada.  

Lozada narró cómo fue la reacción de los dolientes de otros difuntos que fueron velados en la funeraria en 

simultánea con su mascota, y afirma que la aceptación fue grande, y que respetaron el homenaje 

adelantado a un ser que los acompañó por mucho tiempo.

El empresario afirmó que el funeral es una forma a través de la cual se brindó un reconocimiento a la mascota 

por todos los momentos y alegrías que les permitió vivir a su lado. 

Lozada afirmó que el velorio de "muñeca" fue una improvisación, y que se realizó no porque ellos prestaran ese servicio, 

sino porque querían hacer un acto especial para su mascota.

El dueño de la funeraria señaló que su mascota fue velada en un cajón blanco de los usados para los funerales 

de niños, y que no se empleó ningún elemento especializado en funerales de mascotas.