Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
"Los amó hasta el extremo"… ¿qué me dicen estas palabras?
Los amó hasta el extremo…
No sólo me amas; sino que me amas como nadie jamás me ha amado,
me ama y me amará. No sé si soy consciente de tu amor hacia mí,
Señor; no sé si soy consciente de que todo lo que anhelo,
sólo en Ti lo encuentro…no sé si me lo creo.
Te levantas de la mesa sabiendo
perfectamente qué quieres hacer;
te quitas el manto, te pones a los pies de tus discípulos
para lavarlos… te pones a mis pies.
De igual manera me sorprendo ante este gran y sencillo gesto de amor;
no puedo permitir que el Dios creador, el Dios omnipotente,
el todopoderoso venga hacía mí…
se humille, se incline ante mí en posición
de siervo y limpie mis pies.
Lo haces tan decidido y con amor desmedido que te das cuenta
lo difícil que es entender… pues el amor es difícil de entender.
Sólo viviéndolo es como se llega a comprender.
Se nos es difícil de entender y por ello pides que veamos con atención…
Pides que veamos al Creador, al único Rey,
a Aquél que se encarnó y que el ángel mismo proclamó:
"este hombre será grande" *(Lc 1,*32), ahí ante mis pies*.
*Pides que más que tratar de entender, de resistirnos a su amor,
nos dejemos amar… me deje transformar.
Hoy, Señor, en este jueves santo no quiero decir nada…
ni poner resistencia a tu amor. Sólo quiero estar contigo y amarte
dejándome amar por Ti, para que sea ese amor,
tu amor, el que me lleve a amar los demás.
Sea ese amor que veo, que contemplo en Ti, el que me transforme y,
dejándome transformar, pueda amar de verdad.
"Los amó hasta el extremo"… no sé si soy consciente de este amor.
Señor, dame la gracia de experimentarlo
pues sólo así puedo conocer el amor…
el verdadero amor.
Javier Dario Acevedo Mejia en El Kerigma
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