Los lujos que ostenta Andrés Felipe Arias en prisión y que conocimos en exclusiva.
Mucho se ha especulado sobre el estado en el que se encuentra Andrés Felipe Arias en prisión. Que si está en Colombia, si realmente está detenido y cómo luce hoy en su aspecto físico.
La más reciente columna de Andrés Hernández para PUBLIMETRO,. detalló que el exministro ha sufrido un cambio de imagen drástico. El exministro que llegó extradictado el pasado 12 de julio, ahora no tendría pelo, está rapado y con una frondosa barba.
Difícil fue reconocerlo en una fotografía filtrada, en la que se ve delgado y completamente calvo y con barba. Estado físico que llamó la atención. El exministro que se encuentra preso en la Escuela de Caballería en Bogotá, se viste de manera normal. Opta por buzos de lana de marca y jeans cómodos.
Está muy bien vigilado y en la casa fiscal en la que se encuentra recluido, todos los días tiene visitas. La seguridad se ha redoblado y los militares lo custodian fuertemente.
Los lujos que ostenta Andrés Felipe Arias en prisión y que conocimos en exclusiva.
Se encuentra en la Casa Fiscal 102 de la Escuela de Caballería del norte de Bogotá. Comparte vivienda con dos presos más.
Tiene cocina, baño, una sala de estar en donde recibe las múltiples visitas de personas del mundo político y abogados y juristas que en camionetas blindadas 4×4, se parquean en el sitio en donde vive el exministro.
Según las fuentes, el exministro tiene televisor y baño privado. La casa está provista de lujos y cualquier familia estrato tres soñaría con vivir allí.
Según las fuentes, hay mucha flexibilidad en su trato. El exministro bien puede tener acceso a internet y computador.
Sin embargo, el exministro se encuentra cuidado por un hombre que hace las veces, no de guardia, sino de escolta, pues según las fuentes al interior de la Escuela, Arias está tratado como un 'príncipe', tal y como lo relata Hernández en su columna: Andrés Felipe Arias, el irreconocible.
Según las fotografías reveladas, Arias podría salir sin ningún problema de la prisión, pues su estado es irreconocible. No anda con gafas y cambió estos por lentes contacto que realzan los ojos azules del exministro que pregunta a quienes lo visitan cómo está la situación afuera.
El exministro de Agricultura está pagando una condena de 11 años por desviación de recursos de subsidios para campesinos a multimillonarios aportantes a la campaña de Álvaro Uribe Vélez.