No pierdas tu equilibrio interior.
Por grande que sea la tempestad
que te envuelve ,no pierdas el equilibrio.
Todas las tempestades pasan.
Y si sabemos recibirlas con serenidad,
no nos pueden hacer dano.
Jesus dormia dentro de la barca...
cuando los disipulos lo llamaban
asustados, todo se calmo.
Haz lo mismo.
Recurre al Maestro Divino,
para las tempestades se calmen
a tu lado.