Alexander Parra, excombatiente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), fue asesinado por un sujeto encapuchado que ingresó a su vivienda en el municipio Mesetas, departamento del Meta, en el centro del país.
Parra, también conocido como 'Gonzalo Fierro', es el primer exguerrillero asesinado dentro de un Espacio Territorial de Reincorporación y Capacitación (ETCR), lugares destinados a facilitar la adaptación de antiguos miembros de las FARC a la vida civil, cuya figura jurídica transitoria culminaba en agosto de 2018, lo que no representaba su desaparición o desalojo.
La víctima era representante por el partido Fuerza Alternativa del Común (FARC) ante el Consejo Territorial de Reintegración y era enlace ante la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN), que se encuentra adscrita a la Presidencia.
Además, era esposo de Luz Marina Giraldo, quien habría resultado herida, y que es una de las tres candidatas de la FARC al concejo de Mesetas, donde el grupo insurgente entregó sus armas a una misión de la Organización de Naciones Unidas, en junio de 2017, como parte de la firma del acuerdo de paz.
Reacciones
Según las versiones preliminares, un hombre encapuchado llegó en horas de la noche al ETCR y le disparó varias veces a Parra, quien se encargaba de asesorar y hacer seguimiento a los exguerrilleros reincorporados a la vida civil.
Tras conocerse la información, el presidente colombiano, Iván Duque, condenó el homicidio de Parra y ordenó a las autoridades "avanzar rápidamente con las investigaciones que permitan la captura de los autores de este repudiable crimen".
Esta muerte ocurrió a menos de cuatro días de los comicios para elegir de entre más de 117.000 representantes de las alcaldías, gobernaciones, concejos municipales, asambleas departamentales y juntas administrativas locales.
Hasta ahora se han reportado siete candidatos asesinados y la violencia electoral ha afectado a 230 víctimas en 28 de los 32 departamentos colombianos, según la Fundación Paz y Reconciliación.