La Verdad es una Presencia Imperante, eterna y constante.
NO IMPORTA LA MENTIRA QUE SE ESTÉ REPRESENTANDO O HABLANDO, LA VERDAD ESTÁ AHÍ, VIVIENTE, PRESENTE. INVÓCALA Y SE MANIFESTARÁ. Es una Entidad Viviente porque es un Aspecto de Dios. ES DIOS MISMO ACTUANDO. Alguien dijo: “En medio del vocerío más bullanguero en que se esté negando a Dios a gritos, Él está callado. No se impone. Pero invoca Su Presencia y verás Su Manifestación”. Eso es porque Él es la Verdad. La Verdad Absoluta. Donde presencies una verdad relativa, reconoce que la Verdad Absoluta está presente y la verás con tus ojos.
DONDE ALGUIEN TE TRATE DE CONVENCER DE ALGO QUE TÚ NO ESTÉS ACEPTANDO PLENAMENTE, DILE A LA SITUACIÓN MENTALMENTE QUE LA VERDAD ABSOLUTA SE ENCUENTRA EN ELLA Y VERÁS SUCEDER ALGO QUE LA TRAIGA A LA VISTA.
Jesús dijo: “Conoced la Verdad y Ella os hará libres”. Fíjate cómo él la trata; como persona, como entidad, ELLA. La Verdad es la gran sanadora junto con el Aspecto Vida.
Cuando necesites una información; cuando sospeches de algún engaño; cuando vayas a firmar algún documento; cuando esté siguiéndose un juicio, expresándose una opinión o sospeches un engaño, etc., AFIRMA QUE LA VERDAD SE ENCUENTRA EN PLENA CIRCUNSTANCIA PORQUE LA VERDAD ES DIOS Y ESTÁ EN TODAS PARTES. Verás manifestarse la Verdad, ante ella todo se queda callado. Una mentira obliga otra y luego otra, y otra. Además obliga a estar hablando y protestando.
Una verdad tumba todo lo que antes se afirmó falsamente, y todo permanece en silencio.
¿Qué sucede cuando alguien se te abalanza acusándote de algo? Si tú lo hiciste y lo niegas por temor, se te pone la situación imposible. Te salen muchos acusadores y te encontrarás envuelto en una gritería complicadísima que no le verás el fin. En cambio, acepta la acusación y di: “Es verdad, sí lo hice”. Verás desvanecerse la acusación junto con la ira del que venía atacándote. Le verás avergonzado de su propia violencia. Lo verás ensalzándote. Lo verás convertirse en tu amigo del alma. Jamás niegues algo por orgullo, o por no quedar mal, o por temor de lo que te pueda caer encima.
La Verdad de Dios. Cuando lo confieses, sabiendo que estás invocándolo verás el Espíritu Divino actuando entre los hombres. La verdad SIEMPRE está de parte tuya. Acostúmbrate a no temerle. La Verdad no puede obligarte a mentir, como por ejemplo, cuando te enfrentes a un caso en que decir la verdad te acarrea un problema. Quiero decir, cuando la verdad implica a otro, delata alguna cosa vergonzosa, invócala y dile, como quien invoca a Dios mismo, “SÁLVAME. NO QUIERO DAÑAR A NADIE. TÚ NO PUEDES NI OBLIGARME A MENTIR, NI PRODUCIRME PROBLEMAS POR LEALTAD HACIA TI” Y verás desvanecerse la situación peligrosa.
El reconocimiento de Dios en la Verdad te evitará horas de trabajo y cansancio cuando estés buscando información, o cosas así como un objeto perdido, un lugar, una casa, una persona, etc. La información que sea necesaria te vendrá en alguna forma. Algo ocurrirá que te compense