"Es sin duda la elección más difícil para Morales, después de sus tres victorias consecutivas en 2005, 2009 y 2014, en las que se alzó como el candidato presidencial más votado desde que Bolivia recuperó la democracia en 1982", dijo a Sputnik el analista Vicente Guardia, sociólogo e investigador del instituto privado de capacitación de líderes Comunidad Cívica, de la ciudad de El Alto.
La reelección o relevo de Morales —izquierdista que en 2006 puso fin a un largo ciclo de gobiernos neoliberales y logró acelerar el crecimiento de la empobrecida Bolivia con un modelo económico estatista y comunitario— surgirá del voto de 7,3 millones de votantes, de los cuales 341.000 radican en el extranjero.Diversas amenazas opositoras de desconocimiento a un eventual triunfo oficialista, por un supuesto fraude, serían parte de un plan de golpe de Estado, denunció el mismo Morales en la última semana al pedir cinco años más de mandato para completar su gestión que puso a Bolivia a la cabeza del crecimiento regional.
Guardia sostuvo que una elevada concurrencia a las urnas, en un país en el que la participación se aproxima históricamente al 90%, podría ser el "antídoto contra una desestabilización".
Candidatos
De los ocho candidatos opositores, solo dos aparecen con posibilidades de impedir la victoria oficialista: el expresidente conservador Carlos Mesa (2003-2005), quien levantó la bandera de democracia versus dictadura, y el senador derechista Óscar Ortiz, exponente de la derecha afincada en el rico distrito oriental de Santa Cruz.
Las encuestas ubican luego al gobernador indígena del departamento de La Paz, Félix Patzi, del Movimiento Tercer Sistema, y a la activista social Ruth Nina, del Partido de Acción Nacional Bolivia.
Completan la lista el exvicepresidente Víctor Hugo Cárdenas (1993-1997) de la populista Unidad Cívica Solidaridad, Virginio Lema, del socialdemócrata Movimiento Nacionalista Revolucionario, e Israel Rodríguez, del populista Frente para la Victoria.
Logística
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) dijo que las 34.558 mesas dispuestas en el país para la votación dominical funcionarán ocho horas continuas, de 08:00 a 16:00 locales (12:00 a 20:00 GMT).
De los votantes en el territorio boliviano, casi tres cuartas partes (73%), están inscritos en los tres departamentos más grandes que conforman el llamado "eje central": La Paz, Santa Cruz y Cochabamba.
El cómputo oficial será conocido en unos tres días, pero el mismo 20 de octubre, a las 20:00 locales (00:00 GMT) el TSE divulgará resultados preliminares de por lo menos 80% de las mesas.
La autoridad electoral utilizará para ello, por primera vez en elecciones generales en el país, un sistema de transmisión digital de las actas de escrutinio financiado en parte por la Unión Europea.
"Tenemos un sistema de transmisión de resultados absolutamente transparente, que hace imposible un fraude", aseguró Marcel Guzmán de Rojas el director de la empresa privada contratada por el TSE para ese cómputo preliminar, que utilizará a más de 7.000 personas.
También a partir de las 20:00 locales, podrán divulgarse resultados independientes recogidos mediante encuestas en boca de urna o de conteo rápido.
CARGOS ELECTIVOS
Además de presidente y vicepresidente que asumirían el 22 de enero venidero para el período 2020-2025, los bolivianos renovarán completamente el 20 de octubre la Asamblea Legislativa Plurinacional (parlamento), compuesta por 130 diputados y 36 senadores, de listas con participación paritaria de mujeres y hombres.
El 20 de octubre serán elegidos también 18 parlamentarios especiales, representantes de Bolivia en órganos deliberantes regionales como los parlamentos Latinoamericano, Andino y del Mercosur.
Tras las elecciones generales, se iniciará el proceso de elecciones regionales, de gobiernos departamentales y municipales, que están anunciadas para marzo de 2020.