La crisis del coronavirus se está reflejando hasta en los valores macroeconómicos más significativos.
El oro, por un lado, registró el 24 de febrero su precio más alto en siete años y está viendo aumentar su carácter de valor refugio. Por su parte, el valor de la popular criptomoneda bitcoin superó recientemente la barrera psicológica de los 10.000 dólares, fruto de la inquietud que se está generando en las cadenas de suministro.
Ante la llamada a la calma de algunos analistas que consideran que la reacción de los mercados está siendo "excesiva", el doctor en economía de la institución francesa Conservatorio Nacional de Artes y Oficios, Philippe Herlin, alerta de que "la crisis del coronavirus es real".
El experto sostiene que la situación es incierta y que, aunque quizá aparezca pronto una cura, ante las últimas cifras que llegan desde Italia y Corea del Sur ya "se está produciendo una caída generalizada en las bolsas de todo el mundo".
¿A qué se debe el auge del oro?
La consolidación del oro como valor refugio podría parecer un resultado claro de las tensiones comerciales y geopolíticas que reinan en el mundo, con la incertidumbre añadida de la epidemia del COVID-19. La razón principal del auge del metal precioso, no obstante, "hay que buscarla en el fracaso de los bancos centrales", según el economista francés.
El experto aclara que tanto la Reserva Federal de EEUU como el Banco Central Europeo están registrando un debilitamiento cada vez mayor de sus tasas de interés, ya próximas a cero o incluso en valores negativos, y recurren por ello a la estrategia de la expansión cuantitativa, inyectando forzosamente miles de millones de euros en la economía.
Philippe Herlin concluye que esto es una prueba de que "los bancos centrales están estancados, lo que explica este movimiento hacia el oro físico".
Es llamativo que, si bien el 24 de febrero alcanzó un máximo histórico, al día siguiente el precio del oro registró una caída importante. Esto no es nada nuevo para los expertos del mercado, y se debe a que el banco central de EEUU ve el crecimiento del oro como una amenaza a su moneda, a la que quiere ver como valor refugio, y toma medidas al respecto:
"Cuando el curso del oro aumenta de manera regular durante varios días consecutivos, generalmente asistimos a una venta en corto de una cantidad importante, realizada por una banca comercial dependiente de la Reserva Federal estadounidense. El objetivo de todo esto es simplemente romper la dinámica de crecimiento del curso del oro", asegura el doctor.
Sin embargo, Herlin alerta de que esta estrategia no es adecuada cuando el oro crece por razones sólidas, como es el caso del contexto actual.
¿Qué hay del bitcoin?
Philippe Herlin comenta que el crecimiento que experimentó el bitcoin a principios de año por las tensiones entre EEUU e Irán podría catapultar al activo al nivel de valor refugio.
Esto se explica con el hecho de que "la cantidad [del bitcoin] es limitada", con 18 millones de unidades en circulación, y "no veremos una impresión de bitcoins como se puede ver con las placas de grabado de los bancos centrales".
El economista francés recuerda que, en estos últimos días de incertidumbre por el coronavirus, la criptomoneda "ha caído un poco", mientras que el oro "ha subido". Eso se debe a que "el metal amarillo es una medida más fina". Sin embargo, como partidario del bitcoin, Herlin recuerda lo siguiente:
"Creo que para un inversor que piensa a largo plazo, el bitcoin es un valor refugio fiable al mismo nivel que el oro, más aun teniendo en cuenta que este activo está fuera del circuito bancario, lo que lo protegerá de una crisis como la de 2008", aclara el experto.
Cómo afecta el coronavirus a la economía
Ante la amenaza sanitaria, declaraciones como la alerta de "peligro para la recuperación económica mundial" de Kristalina Georgieva, presidenta del FMI, encuentran eco rápidamente entre los más alarmistas.
No obstante, el experto francés considera que no se puede hablar de recuperación a nivel mundial, pero alerta de que, en caso de prolongarse la epidemia, efectivamente sería posible "una caída del crecimiento estadounidense, lo que podría tener repercusiones significativas en la economía mundial".
Algo similar ocurre con China, "el país más afectado [por la epidemia de coronavirus] y fábrica del mundo. Una China estancada pondría en peligro las cadenas de suministro a nivel internacional y ello podría conducir, sin duda, a una crisis planetaria", vaticina el doctor.