A mediados de agosto, el Departamento de Defensa EEUU informó que el país ensayó exitosamente un misil de crucero lanzado desde tierra con el objetivo de reunir información de cara al desarrollo de futuros proyectiles de medio alcance tras la salida del Tratado INF.
Rusia, a su vez, declaró que se encuentra en una fase avanzada en la preparación de una respuesta correspondiente al ensayo realizado por EEUU.
Según el director general del consorcio Takticheskoye raketnoye vooruzheniye (Armamento táctico de misiles), Borís Obnósov, la respuesta rusa a EEUU sería el proyectil Kh-101, inalcanzable para ninguno de sus competidores foráneos.
Además, Obnósov aseguró que los desarrolladores rusos tienen oportunidades de mejorar el rendimiento de los misiles, pero hay ciertas limitaciones relacionadas con las normas internacionales.
"Somos un país que respeta estrictamente la ley. (…) He participado en negociaciones sobre armas convencionales y prohibiciones de pruebas nucleares. Puedo confirmar lo puntuales que somos en el cumplimiento de todos nuestros compromisos", dijo en una entrevista a la revista rusa Voenno-promishlenni Kurier.
Obnósov también recordó las palabras del presidente ruso, Vladímir Putin, sobre la inadmisibilidad del desarrollo de una nueva carrera armamentista, pero subrayó que la seguridad del país será garantizada en cualquier caso.Por su parte, el coronel retirado Víktor Baranets, analista militar del diario Komsomolskaya Pravda, confirmó que el misil estratégico de largo alcance Kh-101 es, de momento, inalcanzable para los países occidentales.
El analista recordó que el Kh-101 pasó casi 60 pruebas de combate en Siria entre 2015 y 2017 sin tener fallas.
Ataques con misiles de crucero rusos Kh-101 sobre objetivos de terroristas en Siria sptnkne.ws/f72n
"Nuestros aviones de largo alcance, el Tu-160 y el Tu-95, no entraban necesariamente en el espacio aéreo sirio. De hecho, disparábamos contra los terroristas desde territorio ruso, desde el espacio aéreo sobre el mar Caspio", comentó Baranets a Sputnik.
Según el experto, el proyectil alcanzaba su objetivo con una desviación de solo 10 metros con una carga de combate de 400 kilos. "Realmente es un producto excepcional de nuestro complejo militar e industrial", subrayó.
Lanzado desde un avión, el misil Kh-101 tiene un alcance de 5.500 km y cuenta con tecnologías de sigilo, señaló, a su vez, el miembro de la Academia rusa de Ciencias de Misiles y Artillería, Konstantín Sivkov.
"Sobre esta base es muy posible crear misiles con un alcance de 10.000-12.000 km para impactar contra cualquier punto en el territorio de EEUU desde Rusia con misiles de crucero en vez de los balísticos", comentó el experto al diario Izvestia.
El pasado 2 de agosto dejó de regir el Tratado INF —Tratado de Eliminación de Misiles de Alcance Medio y Corto—, firmado en diciembre de 1987 por la entonces URSS y EEUU para prohibir la producción y el uso de proyectiles balísticos y de crucero con alcance de entre 500-5.500 kilómetros.
Seis meses antes, EEUU suspendió sus obligaciones en el marco del acuerdo alegando supuestas infracciones por parte de Rusia, que siempre rechazó esta acusación.