Alto, erguido, sin identidad conocida
abrevando del cielo el sol reincidente
te concibo en la armonía, en el suave vocablo de las aves
origen de algún brote, entre polvo fecundo y prodigioso riego
Indescifrable idioma del viento entre las hojas
tus pasos se estiran, retumban tierra adentro
pies silenciosos, sin devorar espacios
follaje que me abraza, amistad en silencio
Inquebrantable tronco, álbum de recuerdos
en cada hoja un rostro, florecimiento de mis hijos
albergue de risas y cantos, cuna de pájaros, cavidad del rocío
terquedad de la razón por hablarte, por creerte un amigo
Savia que a la faena diaria da sosiego
al quebranto de los ojos, verde mitigar del duelo
y sólo pretendes con estoico anhelo
que la indomable lluvia produzca, hojarasca y lodo
Yo comprendo tu idioma de arbusto
tú asimilas mi lenguaje sincero
en el bifurcado ropaje de tus vástagos releo
un arcón de recuerdos, que proteges, bajo el suelo.-
Sergio martinez robles