REGRESA, CONMIGO.
Quiero embriagar mi alma, que sufre dolida para sofocar el agobio que me embarga... en la hora triste y cruel, penosa y amarga de tu insondable partida.
Toda una vida de pasiones, que no se olvidan amor, caricias, angustias, desencuentros, vivir a todo y nada, cuál último momento indagando en la total entrega, la dicha esquiva.
El amor nos consume, en la hoguera de la vida con los fuegos de tantos arrebatos pasionales. En la prisa, sin la pausa y la porfía requerida y beber la vida, de los mismos manantiales.
Vivimos, abnegados,
luchando por los nuestros,
día a día y el amor se vá muriendo, marchito,
poco a poco, sin medida sólo queda de ti, mis recuerdos,
el dolor sufrido, las heridas de tu entrañable partida.
Cuántos horizontes, plenilunios,
juntos, superados buscando juntos y felices , aquellos,
nuestros sueños enamorados, en eternas primaveras,
y azules cielos vidas, cuerpos, sustancia,
tibiamente entrelazados.
Pero te fuiste, y los sueños y mi amor,
partieron contigo si ya no te tengo, no vivo, perdida en la nada,
mi conciencia divago triste, en las sombras queridas
de tu ausencia donde perduran tus gestos, tus besos,
tu perfume sugestivo.
Regresa a mí, porque te quiero ahora
y siempre, conmigo. Tu regreso encenderá en nuestro amor,
nuevas esperanzas vivamos la vida tu y yo, que por los otros,
nunca vivimos encendidos, extasiados, en instantes,
sin pensar en el mañana.
Regresa a mí, para siempre, porque yo te amo.
No me arrepentiré nunca, de haberte amado. Sería como arrepentirme de haber vivido.Ver más
Miguel F. Romero
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