LA CONSIGNA
Tan sólo observó la tristeza andante
de rostros pálidos desdibujados
con la tragedia en humos penetrante
el frío ritual de la muerte esperando.
Me ahogan rejas, de invisibles barrotes
el siniestro paso de las noticias
hablan sólo de éste macabro brote
que mata sin puñales, si en sevicia.
Sé siente el helaje de quién dice: adiós
faltó aire, el virus ataca pulmones
la vida escapa, huye a lugares mustios
trago amargo, destilan nubarrones.
Un fin, sin cañones lanzando fuego
la ciencia suelta su letal química
un veneno mortal se hace enemigo
invadiendo en pánico, esa ira loca.
La mortuoria flecha es tu vaho o saliva
sin ser fúsil, ya eres un asesino
un resfriado te hace arma ambulativa
maquiavélica ironía,” amigo espino”.
Culpable el ser viejo, es la premonición
ganarse la pensión, es tu sentencia
un crimen, para el fisco y la evolución
tu lucha y gran esfuerzo, la evidencia.
El poder no es amigo ni es humano
la emboscada continuará en la escena
no hay lugar para enfermos o ancianos
ser joven sano y fuerte, es la consigna.
Leo Frank Park
Luis Francisco Pardo Huertas
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Colombia - Kansas City Mo.
29 04 2020