Pareciera que es fácil esa palabra dar,
créeme que sin Dios es difícil de tu sustento dar,
sin embargo es tan fácil hacer feliz,
una sonrisa, un saludo, un cómo te va,
no tiene valor monetario pero sí espiritual,
y al otro con tan poco lo harás feliz.
Eso que más te cuesta regalar y donar,
eso es lo realmente debes dar,
muchas veces no son juguetes ni ropa,
sino sonrisas y tiempo para conversar.
Claro que sabemos lo bueno que es dar,
la cosa es que es más fácil desprendernos,
de dinero o cosas materiales,
que dar de nuestro tiempo.
Olvidamos que la vida es corta,
que existe un más allá,
regalemos sonrisas y ternura,
si te es difícil aunque tan sólo sean
miguitas, tan solo miguitas de ternura,
para el que sufre y está sólo.