Déjame recorrer las montañas de tu cuerpo, déjame sentir tu silencio, en tus labios abiertos.
Déjame volcarme sobre tu ardiente cuerpo, sentir tu corazón, cargado de amor.
Me acordaba de ti, por el dulce sabor, de tus labios rojos, que entreabiertos, arrancan tus suspiros.
Tus labios es un manantial, y pozo de mis deseos, mas ardientes que se debaten en todo mi ser.
JOSE RAUL
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