Hay momentos en la vida que todos debemos enfrentar. Sucesos impostergables, etapas vivenciales... A todos nos ocurre la risa, también el llanto. Tenemos compañía, también nos acompaña la soledad. La risa y la compañía en sí mismas son como un proceso terapéutico tan sutil que apenas nos damos cuenta, sin embargo nos cargan de energía. Qué decir del llanto y la soledad? Son también sutiles... son cual velo oscuro que cae lentamente...
Momento crucial, crisis le llama la ciencia. Ocurre que si en tal situación perdemos el control, los mecanismos para la solución dejarán de funcionar y quedamos en desequilibrio. Tras el desequilibrio aparecen dos amigas que siempre andan de la mano: tensión y ansiedad. Ellas son muy hábiles en inhabilitar... inhabilitan para enfrentar, para solucionar, entre otras cosas. No te digo que sé enfrentar todo, hay experiencias de vida que aún no he depurado; hay copas de miel y de hiel que aún no han tocado mis labios. Pero aquellas de amargura que he tomado son las que más me han enseñado... He aprendido a ser estratega ante mis amigas tensión y ansiedad. Cuando hacen su entrada me visto de mis mejores galas...
Primero me doy un baño de "oportunidad". No todo es oscuridad... miro la luz, lo bello, lo que inspira, lo que motiva a vivir.
Segundo, me perfumo con "metas". Es un aceite muy aromático... pero me perfumo gota a gota...
Tercero, descorro la puerta de mis "valores" y eligo el vestido más hermoso. Reconozco que tengo por vestidura piezas débiles, pero también tengo piezas que son toda una fortaleza.
Cuarto, pongo sobre mis labios "hablar", uno de mis colores favoritos. Sé que hay personas que saben escuchar, aceptan, atienden y apoyan. Busco a esa persona y la beso..
(.Desconocido.)