Adam
Árbol de Sangre riega la mañana por donde gime la recién parida. Su voz deja cristales en la herida y un gráfico de hueso en la ventana.
Mientras la luz que viene fija y gana blancas metas de fábula que olvida el tumulto de venas en la huida hacia el turbio frescor de la manzana,
Adam sueña en la fiebre de la arcilla un niño que se acerca galopando por el doble latir de su mejilla.
Pero otro Adán oscuro está soñando neutra luna de piedra sin semilla donde el niño de luz se irá quemando.
Federico García Lorca.
Caray hoy me levante con tormenta, la verdad no se si me
dara tiempo a poner los buenos dias...pues estan dando unos
truenos de espanto..... pero lo intento, voy rapido feliz dia....
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