Hijo mio, nuevamente el destino, tan cruel, nos ha separado, dejándonos abrumados en el dolor, y el recuerdo de un lindo pasado.
Aunque el tiempo y la distancia, sean nuestros enemigos, siempre contarás conmigo, como un verdadero amigo.
Hijo mio, sé fuerte y valeroso, en éstas circunstancias, que tus penas y tus lágrimas, sean plegarias hacia Dios, para mitigar éstas desgracias.
Quizás algún día podamos, estar juntos nuevamente, y darle a Dios nuestras gracias, por ello y por lo mucho que tu vales realmente.
JOSE RAUL
|