Sobre el puente, tu cuerpo hermoso resaltaba en esa tarde de verano, y mirabas el rio provinciano correr, sumida en un placido embeleso.
En mi escondrijo entre el follaje espeso, sin que notarás mi maniobra ufano, puse un beso en la palama de tu mano, y en tu linda, un gran beso.
No sé lo que en voz me dijiste, pero con ese beso te dormiste, quizas esperando que se repitiera, lo que tantas veces quisiste.
JOSE RAUL
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