La tersura del traje que ciñe modelando tus formas juveniles, te diseña sensual cono una estátua, en un mármol hecho por Carrié.
Tu cadera gentil pregona el ritmo de tu andar inquietante y armonioso, tu presencia me llena de una vaga y ardorosa visión de fantasía grata.
Me trastornas mi mente enloquecida, y por verte tomada entre mis brazos, palpitando a los besos de tu boca, diera toda la sangre de mis venas...
JOSE RAUL
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