En tus pendientes de ópalos negros, y en tu collar de rojo escarlata, surgió en ti un opulento mito, y una amistad que me dejó cautivo.
Ante los religiosos monolitos, a tu influjo de tus sortilegios, grabé a tus plantas, figuras griegas, y la esfinge de tus grandes besos.
Y fui tu dueño... Entre devotos poemas, sacrifiqué el tiempo que tu me pedias, pero ne tenias atado a ti todos los dias, sobre una alfombra rojo cautivo...
JOSE RAUL
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