Ruedan tus cabellos largos y finos, por tu cándidas dormas, como un rio, y esparse en ese cuerpo suave y tibio. las rosas encendidas de mis besos.
En tanto que te despojo tus vestidos, de tu cuerpo, siento un roce leve y frio, tome tus manos y un largo escalofrio me penetra y recorre mis extrañas.
Tus pupilas chispeantes y hurañas, destellan cuando escuchan el suspiro, que sale de mi boca ardiente y se inunda de calor todo tu cuerpo.
Y mientras yo te bo, tu sedienta finges un frio, para que mi ardiente corazón te siga amando todavia.
JOSE RAUL
|