Vengo retrocediendo pasos..., imaginando situaciones..., diálogos, escenas... Transportándome a un pasado, siempre cercano en el tiempo... Transfiriendo hacia el futuro improbables o posibles escenarios..., y van surgiendo a borbotones reclamos, doloridos, silenciados. Que volverán a su cauce de oscuridad y mutismo. No pasa la dignidad ni el respeto por un reclamo tardío. No vuelven a su lugar las lágrimas que ya mojaron un rostro. Sólo quedan pensamientos, sentimientos, dudas, miedos. Haciendo paquetes prolijos que deshojará el olvido, de aquel que sólo tenia los sentimientos dormidos. Todos somos prescindibles. Todos somos prescindentes. En cada figura que llega el mismo juego se impone. Alguna habrá que detenga el silente pasatiempo. Esa, seguro, será quien ocupe el espacio definido. Las otras, todas, ¡¡tantas!!, apenas hojarasca de un tiempo vivido en el que los sentimientos estuvieron dormidos... Las otras, todas, ¡¡tantas!! pierden el nombre en la sombra. No alcanza para ellas ni el tiempo, ni la distancia.
d/a.
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