En los días buenos, de lluvia, los días en que nos quisimos totalmente, en que nos fuimos abriendo el uno al otro como cuevas secretas; en esos días, amor en mi cuerpo como tinaja recogió toda el agua tierna que derramaste sobre mí y ahora en estos días secos en que tu ausencia duele y agrieta la piel, y el agua sale de mis ojos llena de tu recuerdo a refrescar la aridez de mi cuerpo tan vacío y tan lleno de vos.
GIOCONDA BELI
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